¿Tu perro está triste o simplemente tú lo ves así? La ciencia tiene la respuesta

LAS PERSONAS FELICES VEN PERROS MÁS TRISTES, DICE LA CIENCIA. Una nueva investigación sugiere que cuando un humano está de buen ánimo tiende a interpretar que los perros se ven más tristes, mientras que quienes están en un estado emocional negativo suelen verlos más felices.

Este hallazgo proviene de un estudio de científicos conductuales de la Universidad Estatal de Arizona (ASU), quienes descubrieron que el estado de ánimo humano influye directamente en cómo interpretamos las emociones caninas.

“Décadas de investigación han demostrado que el estado emocional de las personas influye enormemente en cómo perciben las emociones de otros humanos. Las personas felices ven a otros felices; las tristes, ven tristeza”, explicó a Newsweek el psicólogo Clive Wynne, director del Canine Science Collaboratory de ASU.

CÓMO SE HIZO EL EXPERIMENTO

El equipo partió de un dato conocido: la mayoría de las personas cree que entiende perfectamente las emociones de los perros, pero la evidencia científica muestra lo contrario.

Para ponerlo a prueba, los investigadores mostraron a estudiantes universitarios videos cortos de tres perros domésticos reaccionando a situaciones comunes:

  • Momentos positivos, como recibir un premio.

  • Momentos desagradables, como notar una aspiradora.

  • Momentos neutros.

Los videos fueron editados para eliminar cualquier contexto humano: solo se veía al perro sobre un fondo negro. Antes de verlos, los estudiantes pasaron por una manipulación emocional para inducir buen o mal ánimo.

UN RESULTADO INESPERADO

En el primer experimento, con imágenes de personas felices o tristes para cambiar el humor, no hubo efecto en la forma en que juzgaron las emociones caninas.

Los investigadores advierten que malinterpretar las emociones de un perro no es un simple error, sino algo que puede afectar su bienestar. (Especial / Universidad de Arizona)

Pero en el segundo experimento ocurrió lo contrario. Esta vez, los investigadores usaron solo imágenes de perros (cachorros alegres o perros tristes) para modificar el estado de ánimo de los participantes.

El resultado fue sorprendente:

  • Los estudiantes con un estado de ánimo positivo calificaron a los perros como más tristes.

  • Los estudiantes con estado de ánimo negativo calificaron a los perros como más felices.

“Lo que parecía un resultado decepcionante se volvió intrigante”, dijo Holly Molinaro, presidenta y científica senior de Animal Wellbeing Solutions. “Cambiar de especie, mostrar solo perros, cambió totalmente el efecto”.

POR QUÉ IMPORTA

Los investigadores advierten que malinterpretar las emociones de un perro no es un simple error, sino algo que puede afectar su bienestar.

La literatura científica ya ha demostrado que interpretar incorrectamente señales emocionales puede provocar:

  • Manejo inadecuado del animal.

  • Episodios de estrés.

  • Mayor riesgo en interacciones humano–perro.

Además, algunas razas presentan expresiones más difíciles de leer que otras.

“Para dar a nuestros perros la mejor vida posible, es crucial entender cómo se sienten”, dijo Wynne. “Las intuiciones humanas suelen ser erróneas y están teñidas por factores emocionales externos. Necesitamos ayudar a las personas a comprender mejor a sus perros para que vivan juntos de manera más plena.”

QUÉ SIGUE

El estudio abre nuevas preguntas: ¿por qué nuestras emociones se reflejan de forma tan distorsionada en animales? ¿Y cómo afecta esto a la convivencia humana con los perros?

Los investigadores subrayan que aún están “apenas rascando la superficie” de un fenómeno emocional más complejo de lo que se pensaba. N

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