Con el tema del panorama económico y político nacional, el doctor José Antonio Meade Kuribreña, exsecretario de Hacienda y Crédito Público, ofreció la conferencia “México y el nuevo orden económico internacional: perspectivas y desafíos”, en el marco de la Semana de Empresariales 2025, organizada por la Escuela de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Panamericana campus Aguascalientes.
Ante un auditorio repleto de estudiantes, académicos y empresarios, Meade analizó los principales retos que enfrenta México frente a un contexto internacional incierto, subrayando la importancia de combinar prudencia económica, certidumbre institucional y una visión de largo plazo para consolidar el crecimiento y aprovechar las oportunidades globales.
“México no está en crisis, pero sí necesita cambiar cosas. Si no hacemos ajustes, corremos riesgos; si los hacemos bien, tenemos fortalezas enormes”, señaló.
Una economía con potencial, pero que crece por debajo de su capacidad
Meade explicó que, mientras la economía mundial crece a un ritmo promedio de 3.2%, México lo hace apenas entre 0.5 y 1%, ubicándose entre los países con menor dinamismo dentro del G20: “Hoy crecemos más despacio que el mundo, que nuestra propia historia y que países vecinos como Guatemala. El problema no es de potencial, sino de políticas y de rumbo”, advirtió.
El exsecretario apuntó que uno de los grandes desafíos del país es que la deuda pública crece más rápido que la economía, lo que podría presionar las finanzas en los próximos años si no se toman medidas correctivas. Aun así, aseguró que México conserva margen para actuar: “Tenemos tiempo de corregir, pero no mucho. Hay que decidir si reducimos gasto, aumentamos ingresos, atraemos más inversión o reformamos la forma en que operan nuestras empresas públicas, especialmente Pemex”.
Pemex, energía y el reto de la competitividad
Un tema central de su exposición fue el papel del sector energético como eje de desarrollo. Meade sostuvo que el rezago en capacidad eléctrica y la gestión ineficiente de Pemex limitan la competitividad nacional y la posibilidad de insertarse plenamente en la revolución tecnológica global.
“El componente energético de nuestras exportaciones es mayor que el laboral. Si nuestras exportaciones crecen 9% anual, pero la capacidad eléctrica no, hay un problema. El país necesita una matriz energética que acompañe su crecimiento y le permita participar en la revolución de la inteligencia artificial”, puntualizó.
Agregó que mejorar la gestión de Pemex equivaldría a una reforma fiscal en sí misma, ya que su aportación al fisco se ha reducido drásticamente en los últimos años: “Si Pemex volviera a aportar lo que aportaba hace una década, inyectaríamos entre 300 y 350 mil millones de pesos anuales a la economía. Ahí hay un reto y una oportunidad”.
Inversión, infraestructura y papel del sector privado
Al abordar la inversión pública y privada, Meade advirtió que la falta de proyectos de infraestructura a largo plazo y la incertidumbre institucional han frenado el desarrollo nacional:
“En México planeamos infraestructura cada seis años, según la voluntad del gobierno en turno. Necesitamos pensar en un horizonte de 40 años, despolitizar las decisiones y definir hacia dónde queremos llegar como país”, afirmó.
Destacó que Aguascalientes es ejemplo de planeación y diálogo público-privado, al promover espacios de reflexión sobre el futuro del estado y su papel en el desarrollo industrial y energético del país. También planteó que las limitaciones del sector público abren oportunidades para los emprendedores, especialmente en salud y educación, donde la demanda de servicios de calidad supera la oferta gubernamental:
“La disminución del gasto público en salud y educación está generando una enorme demanda que puede ser cubierta con innovación, tecnología y modelos privados eficientes”.
Política económica, inflación y coordinación institucional
Meade reflexionó sobre la falta de coordinación entre las políticas económicas y monetarias del país. Si bien reconoció el mérito de los incrementos salariales recientes, advirtió que no existe un crecimiento paralelo en la creación de empleos formales, lo que ha frenado el consumo y afectado la productividad.
Asimismo, subrayó la importancia de mantener un diálogo entre el gobierno y el Banco de México para equilibrar las presiones inflacionarias sin sacrificar el crecimiento:
“Tenemos la tasa de interés real más alta del continente, pese a que no estamos creciendo. Eso indica que hay políticas que se están encontrando entre sí. Es necesario reordenar prioridades”.
Estado de derecho y certidumbre institucional
Uno de los apartados más aplaudidos de la conferencia fue su análisis sobre la reforma judicial y el equilibrio entre lo técnico y lo político. “El debate no es sólo mexicano: es global. Tenemos que decidir qué decisiones deben ser técnicas y cuáles políticas. Si todo es político, nos quedamos sin rumbo; si todo es técnico, perdemos legitimidad democrática. México necesita reencontrar ese equilibrio”, señaló.
El exsecretario expresó confianza en que el país volverá a fortalecer la independencia judicial, indispensable —dijo— para atraer inversión y garantizar el Estado de derecho: “Un poder judicial autónomo es aquel que le da la razón a quien la tiene. Si debilitamos su independencia, nos hacemos vulnerables, incluso el propio gobierno”.
México en el contexto internacional
Meade también se refirió a la relación con Estados Unidos y a la reconfiguración del orden global impulsada por fenómenos como la inteligencia artificial, la automatización y el resurgimiento del proteccionismo:
“El equilibrio entre México y Estados Unidos va a cambiar, pero eso no es necesariamente malo. A ambos países nos toca encontrar nuevas formas de cooperación en migración, seguridad y comercio”, explicó.
Reiteró que, ante la incertidumbre externa y los ajustes internos, México debe enfocarse en fortalecer su institucionalidad, educación, energía e innovación tecnológica.
Mensaje a los jóvenes universitarios
Al cierre, Meade dirigió un mensaje directo a los estudiantes de la Universidad Panamericana, a quienes instó a participar activamente en la construcción de un nuevo modelo de país. “Ustedes tienen la gran oportunidad de repensar México. Ya sabemos qué no queremos en lo político y qué no podemos en lo económico. Entre esas dos restricciones hay un enorme espacio para innovar, emprender y hacer las cosas distintas”,expresó.
“México tiene fundamentos sólidos: una posición geográfica privilegiada, una población joven, capital humano competitivo y una enorme capacidad de adaptación. Nos toca convertir esas fortalezas en crecimiento y en un mejor futuro,” concluyó.