EL SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA (SFC) representa un desafío para los médicos, ya que no existe una prueba específica para detectarlo y sus síntomas se asemejan a los de otras enfermedades. Sin embargo, un grupo de científicos estaría cerca de ofrecer una herramienta capaz de brindar un diagnóstico más confiable: un análisis de sangre que evalúa los cambios epigenéticos — alteraciones que afectan la actividad genética sin cambiar la secuencia del ADN— en las células inmunitarias. ¿En qué consiste el estudio?
El SFC, también conocido como encefalomielitis miálgica (EM), es una enfermedad sistémica y prolongada que se caracteriza por una fatiga extrema que persiste durante seis meses o más, no mejora con el descanso y se agrava ante cualquier esfuerzo físico o mental.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (NLM, por sus siglas en inglés), los síntomas pueden variar, aparecer de forma intermitente o modificarse con el tiempo. Entre ellos destacan el dolor de garganta, de cabeza o de articulaciones; la sensibilidad en los ganglios linfáticos del cuello o las axilas; los problemas digestivos —como el síndrome del intestino irritable—; los escalofríos, los sudores nocturnos, las alergias y la sensibilidad a alimentos, olores, productos químicos, luz o ruido.
“EL SÍNDROME PUEDE CONFUNDIRSE CON DEPRESIÓN, ANGUSTIA O ANSIEDAD”
Aunque cualquier persona puede desarrollar encefalomielitis miálgica, su aparición resulta más frecuente entre los 40 y 60 años. Además, las mujeres adultas presentan una mayor probabilidad de padecerla que los hombres.
Un artículo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advierte que un diagnóstico incompleto o equivocado del SFC impide un tratamiento adecuado y prolonga los efectos del padecimiento. En ese contexto, el nuevo estudio ofrece un rayo de esperanza.
“El síndrome puede confundirse con males comunes de nuestro tiempo, como la depresión, la ansiedad y la angustia. En muchos casos aparece acompañado de otras enfermedades. Algunos pacientes incluso describen síntomas que atribuyen a un problema cardiaco, como dolor en el pecho”, explica Óscar Prospero García, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM.
UN NUEVO ESTUDIO ESTÁ CERCA DEL DIAGNÓSTICO CONFIABLE
En un estudio publicado en el Journal of Translational Medicine el 8 de octubre, científicos del Reino Unido afirman haber encontrado una manera de distinguir los cambios epigenéticos en las células de las personas que padecen esta afección.
“Los resultados del estudio muestran que la prueba epigenética podría convertirse en un biomarcador clínico para la EM/SFC (…) El descubrimiento ofrece la posibilidad de que un análisis de sangre sencillo y preciso ayude a confirmar el diagnóstico, lo que podría facilitar un apoyo más temprano y un tratamiento más eficaz”, sostiene Dmitry Pshezhetskiy, investigador clínico de la Universidad de East Anglia en Norwich, Reino Unido, y autor principal del estudio, en un comunicado de prensa.
Si bien el análisis de sangre alcanzó una precisión del 96 por ciento en el diagnóstico de la enfermedad, fue un estudio a pequeña escala, por lo que se necesita más trabajo para convertir la técnica en una herramienta clínica.
Las causas del síndrome de fatiga crónica siguen siendo inciertas, pero cada vez hay más evidencia que una de sus características distintivas es la desregulación inmunitaria. Los autores ya habían desarrollado un ensayo que detecta cambios epigenéticos en las células inmunitarias de la sangre, el cual utilizaron para identificar firmas epigenéticas para diversas afecciones, como la artritis reumatoide. El ensayo analiza cómo se pliega el ADN dentro de las células mononucleares de sangre periférica, un componente clave del sistema inmunitario. N