SANAÉ TAKAICHI SE PERFILA COMO LA PRIMERA MUJER EN LIDERAR JAPÓN, tras ser elegida el sábado como presidenta del Partido Liberal Democrático (PLD), en una segunda vuelta que definirá quién ocupará el cargo de primer ministro. Su elección marca un cambio histórico, aunque su perfil conservador despierta más cautela que entusiasmo entre sectores progresistas.
POR QUÉ IMPORTA
Si el Parlamento confirma su nombramiento, Takaichi se convertirá en la quinta primera ministra de Japón en cinco años y la primera mujer en la historia del país en ocupar el cargo. Su trayectoria política combina una defensa del gasto público agresivo —siguiendo la línea del fallecido Shinzo Abe y su “Abenomics”— con una visión tradicionalista sobre la familia y el papel de la mujer.
Su reto no será menor: deberá gestionar una economía estancada, las tensiones comerciales con Estados Unidos y un panorama geopolítico cada vez más incierto en Asia.
QUIÉN ES SANAÉ TAKAICHI
Nacida en Nara en 1961, estudió administración de empresas en la Universidad de Kobe y trabajó brevemente en el Congreso de Estados Unidos. En 1993 fue elegida diputada independiente y, tres años después, se unió al PLD. Desde entonces ha ocupado ministerios clave como Interior y Comunicaciones, Seguridad Económica y Igualdad de Género.
A diferencia de otros líderes japoneses, Takaichi cultiva una imagen menos formal: fue motociclista en su juventud y baterista en una banda de heavy metal. Sin embargo, sus posiciones son marcadamente conservadoras. Ha citado a Margaret Thatcher como su principal inspiración y rechaza la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo.
UNA LÍDER CONSERVADORA EN TIEMPOS INCIERTOS
Takaichi ha prometido impulsar una recuperación económica, reforzar el control migratorio y endurecer la seguridad nacional. En política exterior, ha expresado reservas sobre el acuerdo comercial con Estados Unidos firmado bajo la administración de Donald Trump, y ha dicho que buscará renegociarlo si considera que perjudica a Japón.
Reuters señala que su llegada al poder podría inquietar a los mercados financieros, ya que ha criticado las recientes subidas de las tasas de interés del Banco de Japón y mantiene una postura fiscal expansiva pese al alto endeudamiento nacional.
En el ámbito social, promueve los valores tradicionales de familia y maternidad, aunque promete incrementar la representación femenina en el gobierno.
LO QUE DIJO
En un discurso previo a la votación, Takaichi declaró:
“He escuchado voces duras en todo el país diciendo que ya no saben qué representa el PLD. Esa sensación de urgencia me impulsó. Quise transformar la ansiedad de la gente sobre su vida diaria y su futuro en esperanza”, afirmó la política japonesa.
QUÉ VIENE AHORA
El Parlamento japonés votará el 15 de octubre para sustituir al primer ministro saliente, Shigeru Ishiba. Aunque la coalición del PLD ya no tiene mayoría absoluta, Takaichi cuenta con el mayor número de escaños, por lo que su aprobación se da prácticamente por hecha.
Japón entra así en una nueva etapa política donde, por primera vez, una mujer asume el liderazgo. Pero el verdadero desafío será comprobar si Takaichi representa un cambio de rumbo o solo una nueva cara del mismo poder conservador. N