Radiación de escáneres médicos podría causar hasta uno de cada diez cánceres en niños

RADIACIÓN DE ESCÁNERES MÉDICOS AUMENTA RIESGO DE CÁNCER INFANTIL. Un nuevo estudio advierte que hasta uno de cada diez cánceres en la sangre que afectan a niños y adolescentes podría estar relacionado con la radiación recibida a través de estudios médicos de imagen.

Esto equivaldría a unos 3,000 casos en Estados Unidos y Canadá, según investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) y la Universidad de California en Davis (UC Davis).

El análisis, que revisó el historial clínico de casi 4 millones de menores, muestra que el riesgo aumenta de manera proporcional a la cantidad acumulada de radiación recibida, especialmente a través de tomografías computarizadas (CT).

UN ESTUDIO SIN PRECEDENTES

La investigación, financiada por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH), es el primer gran estudio en América del Norte que cuantifica el vínculo entre la exposición a radiación médica y el desarrollo de cánceres hematológicos, como leucemia y linfoma. Estos son los tipos más comunes de cáncer en niños y adolescentes.

En Estados Unidos, se estima que más de 54,000 menores de 20 años viven con cánceres de la sangre o en remisión, incluyendo leucemia, linfoma, mieloma, síndromes mielodisplásicos (MDS) y neoplasias mieloproliferativas (MPN), de acuerdo con Blood Cancer United.

“Los niños son particularmente vulnerables al cáncer inducido por radiación debido a su alta radiosensibilidad y mayor esperanza de vida”, explicó la doctora Rebecca Smith-Bindman, radióloga y autora principal del estudio.

EL DOBLE FILO DE LA TECNOLOGÍA MÉDICA

Las imágenes médicas son herramientas clave para salvar vidas, pues permiten diagnósticos rápidos y tratamientos oportunos. Sin embargo, también exponen a los pacientes a radiación ionizante que puede detonar el desarrollo de tumores.

El estudio reveló que los niños que recibieron una o dos tomografías de cabeza tuvieron 1.8 veces más probabilidades de desarrollar un cáncer, y ese riesgo se elevó hasta 3.5 veces en quienes fueron sometidos a más estudios.

De los casi 3,000 casos de cáncer registrados en la investigación, 79% fueron linfomas, 15% leucemias y el resto otros tipos de malignidades en la sangre y la médula ósea. La mitad de los diagnósticos se hicieron en niños menores de cinco años.

REDUCIR LA RADIACIÓN, UNA META POSIBLE

Los investigadores estiman que hasta 10% de los cánceres en sangre en menores podrían prevenirse si se reducen las imágenes innecesarias y se optimizan las dosis de radiación.

“Hay una oportunidad real de usar modalidades sin radiación como el ultrasonido o la resonancia magnética (MRI). No pueden sustituir todas las radiografías o tomografías, pero sí algunas. Por ejemplo, el ultrasonido es muy efectivo para diagnosticar apendicitis aguda”, señaló Smith-Bindman.

La reflexión final del equipo es clara: la clave no es eliminar las imágenes médicas, sino usarlas con criterio, priorizando siempre el equilibrio entre los beneficios inmediatos y los riesgos a largo plazo. N

(Con información de Newsweek Internacional)