Boicot europeo a Eurovisión: la respuesta a la falta de respuesta frente a Israel

ISRAEL RESPONDIÓ A LAS AMENAZAS DE BOICOT por varios países europeos que están en contra de que participe en el Festival de la Canción de Eurovisión. Como una forma de protesta ante los masivos ataques que perpetra Israel al pueblo palestino, Islandia, Irlanda, Eslovenia, Países Bajos y ahora también España, amenazan con retirarse del concurso si Israel es aceptado.

Hasta el día de hoy, en septiembre de 2025, el Ministerio de Salud palestino reporta más de 64 mil muertes en Gaza entre bombardeos, hambrunas y disparos directos por parte de Israel. Mientras el Estado israelí sigue negando un genocidio, instituciones oficiales, entre ellas la comisión investigadora de la ONU, declaran que indudablemente sí lo es. 

Pese a ello, Israel permanece firme, incluso su televisora pública (KAN) informó que ya se prepara para elegir a su representante en la siguiente edición en Austria.

LA PREGUNTA DEL MILLÓN: ¿POR QUÉ EUROVISIÓN CASTIGA A RUSIA Y NO A ISRAEL?

El Festival de Eurovisión es uno de los eventos musicales más populares del mundo y principalmente en el continente europeo: tan solo en su edición pasada reunió hasta 166 millones de espectadores. Aunque lleva el nombre de Europa, no se limita a países europeos un ejemplo es el mismo Israel que participa desde 1973. Para poder participar la televisora pública del país solo tiene que ser miembro de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organización internacional de difusión de contenido televisivo y de radio.

Eurovisión ha presumido de ser un evento apolítico donde la unión y la cultura son su estandarte. La realidad es que el panorama internacional siempre ha sido parte del concurso y aún más en los recientes años. En 2022, varios países europeos, entre ellos Suecia, Dinamarca e Islandia, solicitaron la expulsión de Rusia del concurso debido a la invasión al territorio ucraniano. La Unión Europea de Radiodifusión, congruente con meta de no meterse en asuntos políticos, dijo inicialmente que el concurso era “apolítico” pero, tan solo un día después, anunció la expulsión de Rusia con la justificación de que “traería descrédito al certamen” y que Rusia no estaba alineada con “los valores del concurso”.

Fan israelí en la final de Eurovisión en la capital de Ucrania en el año 2017 (AFP)

Con este antecedente, países como España o Países Bajos, piden a la organización que expulse también a Israel argumentando que está incumpliendo los principios del concurso, tal y como lo hizo Rusia.

“Nadie se llevó las manos a la cabeza cuando se exigió la salida de Rusia de competiciones internacionales, incluida Eurovisión. Tampoco debería hacerlo Israel. No podemos permitir dobles estándares en la cultura”, afirmó Sánchez.

Esta petición no es nueva, desde que se intensificó el conflicto en 2023, organizaciones y políticos han hecho un llamado a que el concurso aplique las mismas reglas que aplicó con Rusia. Sin embargo, la diferencia entre ambas situaciones no es jurídica, sino es política y diplomática, ya que fácilmente las reglas sí aplican en ambos casos. 

EL SILENCIO DE LA UER DESPIERTA MÁS RUIDO

La UER ha justificado su postura con que Eurovisión no debe convertirse en un árbitro político internacional, sino en un espacio para celebrar la cultura y la música. Sin embargo, para muchos críticos esto responde más a un conflicto de intereses que a un verdadero respeto a los principios del concurso. Israel representa un aliado clave tanto para varios de los miembros de la organización como para el propio certamen, a diferencia de Rusia.

Desde 2020 el principal patrocinador de Eurovisión es la empresa israelí Moroccanoil, que además cuenta con los derechos mediáticos sobre el evento. Con tal poder, se especula que la marca ha fungido como un filtro retórico de la situación en Gaza, censurando de manera punitiva cualquier gesto a favor de Palestina y haciendo caso omiso a las actuaciones a favor de Israel por parte del mismo país. El caso más sonado fue en 2019, cuando el equipo de Islandia mostró bufandas con la bandera palestina, inmediatamente el concurso sancionó la actuación por “politizar”.

Bajo este contexto, la presión de países europeos contra Rusia fue fuerte porque la cuestión afectaba directamente al territorio europeo; en cambio, no hay consenso suficiente dentro de la UER para excluir a Israel que participa en un conflicto de Medio Oriente.

“No hay razón para que Israel no continúe desempeñando un papel significativo en este importante evento cultural, que debe seguir siendo una celebración de la música y la creatividad, y no politizarse”, señaló la emisora pública israelí Kan en un comunicado compartido con Newsweek.

Ante un panorama de neutralidad, cinco países europeos exigen una respuesta más contundente y amenazan con desestabilizar el concurso con su ausencia. El boicot tendría un fuerte impacto, ya que los potenciales espectadores de estas naciones representan una parte importante de la audiencia total del programa.

Desde la expulsión de Rusia, Eurovisión había proyectado una imagen de coherencia y de promoción de la unidad al rechazar las acciones de Putin; sin embargo, permitir la participación de Israel sobre varios países europeos sería un paso posiblemente contraproducente. La decisión daría el mensaje que los intereses económicos se encuentran sobre los valores humanistas del programa. 

Por ahora, la UER aún no toma una decisión definitiva, mientras tanto Israel insiste en mantenerse en la competencia y los principales retractores del boicot hablan de que es un movimiento motivado por ideas antisemitas.

Por su parte, el Grupo de Referencia de Eurovisión indicó que ha tomado nota de las preocupaciones expresadas por varias televisoras. Sin embargo, reconoció que las actuales circunstancias “van más allá de su mandato”.

LA ONU ACUSA A ISRAEL DE GENOCIDIO

Las amenazas de boicot contra Eurovisión surgen directamente como protesta por la situación en Gaza. El 7 de octubre de 2023, el grupo palestino Hamás lanzó un ataque contra Israel que dejó 1,200 muertos y 251 personas secuestradas. En respuesta, Israel inició una ofensiva masiva en la Franja de Gaza. Hasta septiembre de 2025, el Ministerio de Salud palestino reporta más de 64,000 muertes, entre ellas niños.

Esta semana una comisión de investigación de las Naciones Unidas concluyó oficialmente que Israel está cometiendo un genocidio en Gaza. El informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre el Territorio Palestino Ocupado sostiene que se cumplen cuatro de los cinco actos establecidos en el derecho internacional para definir un genocidio: matar a miembros de un grupo, causarles graves daños físicos y mentales, imponer deliberadamente condiciones destinadas a destruir al grupo e impedir nacimientos.

Un niño palestino se aleja con una olla de arroz obtenida de una cocina benéfica en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza. (AFP)

“Se está produciendo un genocidio en Gaza”, declaró Navi Pillay, presidenta de la comisión, ex jefa de derechos humanos de la ONU y expresidenta del tribunal internacional sobre el genocidio de Ruanda. Para que se busque considerar genocidio basta con que se cometa al menos uno de los cinco actos; según la ONU, Israel ha incurrido en cuatro. El gobierno israelí rechaza esta conclusión así como ha rechazado las demás declaraciones que lo acusan de cometer crímenes de guerra.

En medio de este contexto, Martin Green, director de Eurovisión, señaló que los organismos de radiodifusión tienen hasta mediados de diciembre para confirmar su participación: “Es decisión de cada miembro competir o no, y respetaremos cualquier decisión que tomen”. Dichas declaraciones dan la idea que no se hará algo al respecto y depende completamente de los países si quieren participar o no.

La credibilidad del concurso se encuentra en juego y para estos cinco países las reglas humanitarias no deberían ser selectivas, sino justas. N

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