Un exalumno de la Universidad Politécnica de Durango (Unipoli) presentó una denuncia pública en la que expone haber enfrentado episodios de acoso escolar, discriminación y comentarios transfóbicos mientras cursaba la carrera de Redes y Telecomunicaciones.
Acompañado por el activista Tadeo Campagne, el joven identificado como Daniel compartió su testimonio ante medios y colectivos, señalando que los hechos habrían ocurrido desde 2022 y tuvieron un impacto significativo en su salud emocional.
Según lo declarado, las agresiones verbales y actitudes discriminatorias habrían contribuido a crisis personales, incluyendo dos intentos de suicidio.
En el momento en que ocurrieron los hechos, Daniel aún no contaba con el reconocimiento legal de su identidad de género, aunque ya se asumía como hombre. El contexto de vulnerabilidad era anterior a su ingreso a la universidad, ya que el Sistema DIF lo había retirado de su hogar por situaciones de riesgo.
De acuerdo con la denuncia, dentro del entorno universitario fue objeto de burlas y expresiones despectivas relacionadas con su identidad. Entre los comportamientos señalados destaca el uso repetido y en tono peyorativo del término “compañere”, así como la asignación de apodos ofensivos.
Estas condiciones, afirma, derivaron en un estado emocional que afectó su rendimiento académico y su asistencia a clases. Aunque contaba con justificantes médicos, la universidad decidió darlo de baja.
Piden que Daniel retome sus estudios
Una de las exigencias planteadas por quienes acompañan el caso es la separación de un docente identificado como Luis Miguel, a quien se atribuyen comentarios discriminatorios dentro del aula. Entre las pruebas presentadas se encuentra un audio en el que presuntamente se refiere al exalumno con el calificativo de “rarito”.
De esta manera, exigieron a la universidad la restitución del exalumno en su programa académico, una disculpa pública y la implementación de acciones que garanticen espacios libres de discriminación dentro del plantel.
Daniel afirmó que su intención es continuar sus estudios y retomar su proyecto de vida, haciendo énfasis en que las personas trans tienen derecho a la educación sin ser objeto de prejuicios ni violencia simbólica.
Hasta la publicación de esta nota, la Universidad Politécnica de Durango no ha emitido ningún posicionamiento oficial respecto a los señalamientos.
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