Si algo caracteriza al mercado de trabajo en México es la precariedad en las condiciones laborales de la población: bajos niveles salariales; poco o nulo acceso a la seguridad social, así como a prestaciones sociales; y largas jornadas de trabajo.
De acuerdo con el Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana, México es uno de los países con los niveles salariales más bajos de todo el continente americano; debe señalarse además que tiene las jornadas laborales más extensas entre los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y una de las incidencias de informalidad más elevadas entre los países de América Latina, según cifras de la Organización Internacional del Trabajo, OIT.
Este mismo organismo señala que el empleo vulnerable en nuestro país se ha mantenido en un rango de entre 27 y 29% en una década. Es decir, el Estado mexicano no ha podido garantizar en todos estos años que todas las personas que trabajan puedan gozar de un empleo decente, en el sentido en el que lo define la propia OIT y que, por lo tanto, hoy haya cerca de 15.4 millones de mexicanos laborando en condiciones precarias, mientras que en 2008 había 13.4 millones.
Adicionalmente, datos del Consejo de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) evidencian que cerca del 40% de la población mexicana no puede costear el valor de la canasta alimentaria que a mayo de 2018 se encontró en $1,472.75 para las zonas urbanas y en $1,042.60 para las zonas rurales.
Más, pero no mejores empleos
A penas el pasado mes de abril, la Secretaría de Desarrollo Económico Sustentable del estado de Guanajuato afirmó que durante la actual administración se generaron más de 87 mil 500 nuevos empleos gracias a la llegada de 254 proyectos que atrajeron una inversión cercana a los 12 mil 117 millones de dólares.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), señala que para el primer trimestre (enero-abril) de 2018 había una población económicamente activa de 2 millones 578 mil 931; de este total, 2 millones 489 mil 383 personas (97%) están ocupadas y 89 mil 548 desocupadas (3%).
Del total de población ocupada, 1 millón 848 mil 398 son trabajadores asalariados, 425 mil 806 trabajadores por cuenta propia, 117 mil 907 son empleadores y 97 mil 272 son trabajadores no remunerados.
Por sector de actividad económica, los datos de la ENOE evidencian que el 53% de la población ocupada se encuentra laborando en el sector terciario (comercio; restaurantes y servicios de alojamiento; transportes, comunicaciones, correo y
almacenamiento; servicios profesionales, financieros y corporativos; servicios sociales; servicios diversos; gobierno y organismos internacionales), siendo la actividad comercial la que más empleos genera, pues actualmente hay 454 mil 902 personas laborando en esta rama.
En tanto, el 36% de la población ocupada de Guanajuato labora en industrias extractivas y de la electricidad, industrias manufactureras y de la construcción; la mayoría de los empleos en este sector se concentran en las industrias manufactureras con 655 mil 830 personas trabajando ahí.
Cabe mencionar que en Guanajuato, la tasa de desocupación bajó de 6.8% de la Población Económicamente Activa (PEA) durante el primer trimestre de 2012 a 3.5% en el mismo periodo del año en curso. Sin embargo, en el mismo lapso, la tasa que mide el empleo en condiciones precarias creció, alcanzando una cifra de 19% de la población ocupada durante el primer trimestre de 2018.
En efecto, la tasa de condiciones críticas de ocupación (TCCO) del INEGI, que incluye a las personas que trabajan menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a sus decisiones, más las que trabajan más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y las que laboran más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos se calculó en 13% durante el primer trimestre de 2012; 11.6% durante el primer trimestre de 2013; 12.1% en el primer trimestre de 2014; 14.72% en el primer trimestre de 2015; 17.02% en el primer trimestre de 2016; y 18.7% durante el primer trimestre de 2017.
De hecho, en el documento Problemática de Ocupación y Acceso al Empleo del INEGI, se observa que de enero a marzo de este año, tres de los cinco indicadores que componen la TCCO se encuentran por arriba de la media nacional; es decir, hay tasas en torno al acceso al trabajo y la calidad de la ocupación que en Guanajuato registran peores valores que el promedio de todos los estados.
Entidad federativa | Tasa de condiciones críticas de ocupación (TCCO) | Tasa de ocupación en el sector informal 1 (TOSI1) | Tasa de desocupación (TD) | Tasa de subocupación (TSUB) | % de trabajadores remunerados sin acceso a prestaciones de ley |
Promedio Nal. | 15.55 | 27.27 | 3.14 | 6.76 | 37.88 |
Guanajuato | 19.05 | 25.46 | 3.47 | 10.27 | 32.28 |
Debe señalarse también que de acuerdo con el mismo documento, el estado de Guanajuato se encontró entre los 14 estados que, del año pasado a este, no mostraron mejoras en dichos indicadores.