En el Mundial de Clubes se daba la decimotercera participación de un club mexicano, en este caso Pachuca, y como en las doce anteriores ocasiones, un equipo azteca se quedaba sin final, tras caer el martes en Al Ain (Emiratos) en la prolongación ante Gremio de Porto Alegre por 1-0.
Pachuca jugó un buen partido, como reconoció el propio entrenador del Gremio Renato Gaúcho al final, alabando el juego del conjunto mexicano y admitiendo que le había superado en varias fases del partido, sobre todo en la primera parte.
Pero una vez más la mala suerte, con un jugada individual de Everton en la acción del gol, cuando Pachuca jugaba bien, acabó con el fútbol mexicano en el Mundial de Clubes. Y van trece.
Curiosamente en las catorce ediciones del Mundial, solo una vez no estuvo representando el fútbol mexicano. Fue en 2005, con el Saprissa costarricense, que logró ser tercero.
En las otras trece ediciones, México solo consiguió dos veces ser tercero, con Necaxa en 2000 y Monterrey en 2012, mientras que Pachuca, cuarto en 2008, tratará en esta su cuarta participación de obtener el bronce en el duelo del sábado contra el anfitrión Al Jazira, que fue derrotado (2-1) este miércoles por el Real Madrid en la segunda semifinal.
“El equipo hizo un gran esfuerzo, le peleamos de tú a tú, tuvimos oportunidades, ellos también; en una la concretaron y fue la diferencia”, resumió el portero Oscar ‘Conejo’ Pérez, tras la derrota ante Gremio por 1-0 en semifinales.
El campeón de la Concacaf disputa el Mundial de Clubes seis meses después de haber ganado el título, igual que el europeo, no así los campeones de Asia, África y Sudamérica, que acuden al torneo pocos después de salir campeones de sus continentes.
Más rodaje
“El equipo asiático, el africano o el sudamericano llegan muy enrachados, muy embalados, mientras que el equipo de la Concacaf llega cinco o seis meses después de ganar el título de su confederación. Pero no es ningún pretexto. Alguna vez tienen que dar ese paso”, afirmó el exseleccionador mexicano Javier Aguirre a la AFP poco antes de iniciarse el torneo.
Entre algunos medios de prensa mexicanos se apunta la necesidad de que los equipos de su país disputen una competición más potente como la Libertadores, como hicieron en el pasado, lo que les daría una experiencia y rodaje mayor ante equipos de primer nivel mundial.
El seleccionador alemán, Joachim Low, acudió a Emiratos para ver las evoluciones del Pachuca y estaba presente en la tribuna del estadio de Al Ain, donde el cuadro mexicano cayó ante Gremio.
México será uno de los rivales de Alemania en la primera fase del Mundial de Rusia-2018 y Low buscó un primer acercamiento al fútbol azteca de cara a esa cita.
David Guzmán, uno de los seleccionables de México en el Pachuca, junto al lesionado Erick Gutiérrez, tuvo un torneo agridulce.
Tras marcar el gol de la victoria contra el Wydad Casablanca en cuartos de final, fue expulsado en la prórroga de la semifinal contra Gremio.
Y el torneo para Pachuca fue un reflejo de lo que le pasó a Guzmán. Una de cal y otra de arena.
En 2018, otra vez en Emiratos, el fútbol mexicano podría tener su decimocuarta oportunidad de amigarse con el Mundial de Clubes, un torneo con el que está enemistado desde siempre.