El místico mundo de Camilo Séptimo

El misticismo, la magia y la espiritualidad invaden los temas de la banda mexicana Camilo Séptimo. De niños, los integrantes tocaban por diversión y nunca imaginaron que terminarían llenando, por sí solos, foros como El Plaza Condesa.

En el inicio su música sonaba confusa, los jóvenes aún no encontraban un estilo. Pero el tiempo amaestra y a ellos les enseñó a ser pacientes y constantes. “Nuestro estilo musical ha sido una constante evolución tanto espiritual como mental. Es como estar en la escuela y cada grado vas aprendiendo algo, nosotros ya estamos en la universidad casi para graduarnos y lo hemos aplicado a nuestro concepto, a nuestro estilo y sonido”, comentan los integrantes en una charla con Newsweek en Español.

La música de Camilo Séptimo se mueve entre el rock pop, lo melancólico, la música espacial y el sonido tintineante de las estrellas. “Es espiritual, es de conexión. Lo que queremos es crear muchos matices para que se pueda sentir”, explican.

—¿Cuándo fue la última vez que se sorprendieron de sus capacidades?

—A veces por estar en el estudio no te das cuenta de muchas cosas, y cuando tocamos en El Plaza Condesa nos dimos cuenta de que a la gente le ha gustado mucho nuestra música. Fue sold outy no tocaba nadie más que nosotros. Eso fue emocionante y sorprendente. Creo que ahí nos dimos cuenta de la responsabilidad que estamos adquiriendo como músicos: hay que ensayar mucho y perfeccionar las canciones para que a la gente les gusten. Nuestro objetivo es que la gente que va a vernos se la pase bien, que estén contentos y bailando.

—Últimamente se escuchan en todas partes, ¿le han tenido miedo al éxito?

—No sé si haya sido por miedo al éxito, pero sí hemos dudado si continuar o no. Nos hemos dejado llevar y somos mucho de creer en las energías, eso nos ha ayudado a saber qué hacer, a seguir nuestra intuición.


FOTO: ANTONIO CRUZ/ NW NOTICIAS

—Si no fueras músico ¿qué serías?

—Me gusta pintar, no soy pintor, pero me gusta tratar de crear lo que veo en mi mente porque es muy complicado.

—¿Cuándo fue la última vez que estuvieron en desacuerdo en algo relacionado con su música?

—Muchas veces, sobre todo en esta última etapa del nuevo disco. Cada quien tenía opiniones distintas y cuando estás trabajando con tanta gente es como si hubiera cinco cerebros en una sola cabeza. Pero hemos aprendido a someternos y a rendirnos ante el ego que se interpone. Solo así hemos podido estar juntos tanto tiempo y opinar sin lastimar ni ofender a nadie.

—¿Cuándo fue la última vez que escucharon su álbum completo?

—Tratamos de escuchar otra música, cuando estás grabando y produciendo estás un poco cansado de las canciones. Pero hace poco escuchamos el álbum y siempre gusta porque es el resultado de toda nuestra energía, de nuestra pasión y de nuestra creatividad, y eso es lo padre, que podemos escuchar y recordar todos los momentos que pasamos grabando.

—¿Cuál fue el último disco que escucharon?

—El de Arcade Fire y el último de Queens of the Stone Age, que es una propuesta muy padre.

—¿Cuál fue el último escenario en el que se sintieron nerviosos?

—En todos. Pero en el que más nervioso me sentí fue el Vive Latino, era nuestro primer Vive y éramos la primera banda del festival, abríamos todo. Tocábamos un viernes a la una de la tarde y sabíamos que a esa hora los chavos todavía están en la escuela, alguien se asomó por el escenario cinco minutos antes de tocar y no había nadie. Decidimos prepararnos y tomar todo como si fuera un ensayo más. Para cuando salimos al escenario había mucha gente en el público, y conforme fuimos tocando, se juntó más gente.

—¿La última vez que se sintieron orgullosos de ser una banda mexicana?

—Cuando tocamos en Colombia y en Chile. Ahí sientes que vas representando a tu país, es como si fueras parte de la Selección Mexicana. Nos fue muy bien, nos recibieron chido porque tenemos una onda muy digerible y tenemos seguidores allá. Eso se siente bien y se siente bien ser mexicano.