El arte de la protesta toma muchas formas: Alec Baldwin imita a Donald Trump; Kathy Griffin lo decapitó. Y, en un nuevo video musical, la cantautora Amanda Palmer (que se dio a conocer como vocalista de las provocadoras Dresden Dolls) amamanta al presidente número 45 de Estados Unidos.
Este video de Palmer es para su versión de “Mother”, la canción de 1979 de Pink Floyd, con su letra espeluznantemente profética: “Madre, ¿debería construir el muro? / Madre, ¿debería postularme a la presidencia?”. La canción resonaba en su cabeza durante los primeros días de la administración de Trump. Su primer hijo, un niño que tuvo con el escritor Neil Gaiman, acababa de cumplir un año, y se halló a sí misma pensando en el significado de la maternidad en una época de demagogia.
“Tenía mucho miedo a la retórica”, dice Palmer. “No podía creer que esto fuera Estados Unidos”. El video retrata un mundo distópico en el que un “Trump” insensible obliga a niños a construir un muro. En una impactante escena final (y gráfica), Palmer rescata a los niños y “da el pecho” a alguien parecido al presidente. Su “censor casero”, Neil Gaiman, al principio la aconsejó que no incluyera esa escena. Ambos temían una reacción negativa. Pero cuando la cantautora siguió adelante con ello, “él me miró y dijo: ‘Entonces voy a apoyarte totalmente’. Por eso lo amo tanto”.
—¿Eres una gran aficionada de Pink Floyd?
—Me llamaría una aficionada acérrima deThe Wall. Cuando tenía 15 años descubrí el álbum y pensé: así es como debería ser el arte. Esto es de lo que deberían estar hablando los grandes artistas: los ingredientes detrás de la infelicidad y la depresión. Sería muy fácil hacerlo mal. Pero Roger Waters y David Gilmour son músicos asombrosos. Las letras son grandiosas; no son torpes. Muchas de mis composiciones tratan de los mismos [asuntos]. Es fácil escribir sobre estar enojado o enamorado. Lo más fascinante para mí es ir a un nivel psicológico más profundo, preguntar: ¿por qué somos de esta manera?
“Solo tengo 41 años, pero he visto una buena cantidad de presidentes ir y venir. Nunca antes había mirado a un presidente y pensado: oh, por Dios, ¿qué te pasó? ¿Qué te lastimó tan profundamente que necesitas este tipo de poder y riqueza y reconfirmación?”.
—¿Cuál es el mensaje para Trump? ¿Él debería ver el video?
—Que él merece amor tanto como todos los demás. Y que toda la retórica de odio, intolerancia, racismo y llena de miedo en el mundo no puede impedir que una sociedad esté del lado de la compasión… Es duro con él, como tratar de sacar agua de una piedra. Pero en alguna parte allí hay un tipo diferente de humano.
“La empatía no significa que aprobamos las acciones y políticas [de Trump]. Pero si cerramos nuestra capacidad de tratar de entendernos unos a otros, estamos jodidos”.
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Publicado en cooperación conNewsweek / Published in cooperation withNewsweek