Los médicos que tratan a las víctimas de la Embajada de EE. UU. en Cuba que sufrieron misteriosos ataques descubrieron anormalidades cerebrales al buscar una explicación por los daños en la audición, la visión, el equilibrio y la memoria, reportó The Associated Press.
Las pruebas médicas revelaron que los trabajadores de la embajada desarrollaron cambios en los tractos de sustancia blanca que permiten que las diferentes partes del cerebro se comuniquen, dijeron varios funcionarios de EE. UU a la agencia estadounidense.
Se trata del hallazgo más específico hasta la fecha sobre el daño físico, el cual demuestra además que sea lo que sea que haya perjudicado a los estadounidenses, causó cambios perceptibles en sus cerebros.
El descubrimiento también pone en duda la información inicial de un arma sónica estaba involucrada. En un principio, los fuertes y misteriosos sonidos, seguidos de zumbidos y pérdida auditiva llevaron a los investigadores a sospechar de “ataques acústicos“. Ahora, las autoridades evitan usar este término, reportó AP.
La misma información indica que los médicos aún no saben cómo es que las víctimas terminaron con cambios en la materia blanca, ni cómo esos cambios podrían relacionarse con sus síntomas. Las autoridades federales no dijeron a AP si se registraron las alteraciones en los 24 pacientes.
Las autoridades sanitarias, indica el reporte, atienden los síntomas como si se trata de una enfermedad nunca antes vista. Se prevé que los hallazgos médicos sean analizados en un artículo enviado a la publicación Journal of the American Medical Association, señalaron los funcionarios federales
Los funcionarios federales dijeron a la AP que, hasta el momento, los investigadores han determinado que el sonido más frecuente que reportaron los pacientes fue un chirrido agudo, como al rallar un metal. Una minoría recordó un sonido grave, como un murmullo.
Algunos de ellos estaban dormidos y el sonido los despertó, a pesar de que otras personas que dormían en la misma cama o habitación no escucharon nada. Los más perjudicados supieron de inmediato que algo les estaba afectando el cuerpo. Algunos desarrollaron síntomas visuales en cuestión de 24 horas, incluida una dificultad para ver con claridad una pantalla de computadora.
Los doctores aún desconocen las consecuencias médicas a largo plazo y prevén que los epidemiólogos, que llevan registros de los patrones de enfermedades en las poblaciones, monitoreen de por vida a los 24 estadounidenses, informó AP.
Estos raros “ataques”, aún bajo investigación, motivaron la mayor crisis entre la isla y Estados Unidos desde que ambos restablecieran sus lazos diplomáticos en 2015, después de medio siglo de ruptura y desconfianza. La Habana, en tanto, descarta cualquier responsabilidad en los episodios y afirma que las pesquisas en curso no han arrojado evidencia de que esos “ataques” hayan realmente ocurrido.