Puebla, Pue. El fuerte sismo del 7 de septiembre, de magnitud 8.2 grados, “originó que muchas fallas se apresuraran y empezaran a haber temblores en toda la República Mexicana. Incluso el del 19 de septiembre es posible que se hubiera disparado a causa de este sismo”, incluso el incremento en la actividad del volcán Popocatépetl tiene que ver con este efecto sísmico, aseveró Víctor Hugo Espíndola Castro, analista del Servicio Sismológico Nacional (SSN) de la UNAM.
En entrevista previa a su participación en el Simposio de Ingeniería Sísmica Upaep 2017, el especialista afirmó que no es que el sismo origine que el fenómeno volcánico exista; “ya están ahí todos los parámetros, todo el potencial, sólo falta que se le empuje tantito”. Destacó que como secuela sí se ha observado que incrementa la actividad del volcán.
Ejemplificó que “es como una botella de refresco o una botella de sidra que está quietecita, si la destapamos sale el vaporcito; pero si la agitamos, y luego la destapamos pues va a salir todo el líquido violentamente. Es más o menos lo mismo lo que ocurre, si se agita toda la estructura y la raíz del volcán, se origina que tenga un poco más de actividad”.
A su vez, desmintió que la actividad del Popocatépetl incremente los meses de noviembre y diciembre, en que la gente se fija más “porque se acerca la Navidad”, pero la actividad permanece continua durante todo el año.
“Hay meses en que se ha tranquilizado un poco, pero en general ha habido mucha actividad del volcán. Si vemos el calendario o hacemos un cronograma, vemos que no tiene mucho que ver con la época de invierno”, advirtió.
Por otra parte, manifestó que existen muchas regiones en todo el país, como la Brecha de Guerrero y el Golfo de Tehuantepec, donde puede ocurrir un sismo importante. Sin embargo, hay algunos otros procesos en la Brecha de Guerrero por lo que se ha retrasado la presencia de un gran sismo ahí.
Aseveró que seguramente vendrá otro sismo de mayor magnitud y la probabilidad de que ocurra uno grande, disminuye en periodos cortos.