Además
de los graves daños a la salud de los guanajuatenses, esa situación es
afrentosa y lamentable, porque en esta entidad, ubicada en el centro geográfico
del país, con una infraestructura adecuada y un clima benigno y templado,
resultaría impensable el brote de una enfermedad tropical como esa.
Esa tremenda anomalía se causó por la incuria,
ineptitud e impericia de los epidemiólogos de la Secretaría de
Salud de Guanajuato, encabezados por la señora Fátima Melchor Márquez, sobrina
del Gobernador.
En
efecto, los servicios de epidemiología, dirigidos por esa bisoña e inexperta
burócrata, de manera completamente absurda, tomaron la decisión de reducir
drásticamente el monto de los recursos presupuestarios para la prevención y
combate de este padecimiento.
Asimismo,
en forma completamente irracional difirieron el comienzo de las actividades
preventivas, pues la nebulización la comenzaron a aplicar cuando el mosco
trasmisor ya había comenzado a diezmar a la población.
Los
recursos presupuestarios destinados a prevenir y combatir este mal se redujeron
considerablemente, al pasar de 104 millones de pesos en 2014, a 31.6 mdp en
2016; y a sólo 30 millones de pesos para 2017.
En
contrapartida, y como es lógico, los
casos de esta enfermedad crecieron tanto, que Guanajuato pasó al primer lugar
en número de incidencias, al sumar, a la semana cuarenta, un total de 2,452
casos, de los cuales 2,282 eran de dengue tipo simple y los 168 restantes de
dengue con signos de alarma, entre los que se incluyen 2 casos de dengue grave.
A
los casos que conocimos al corte de esta información se siguieron sumando
nuevos, e incluso se presentó una defunción en torno a la cual se suscitó un
escándalo, en razón de que groseramente se quiso corregir la causa del
fallecimiento de la occisa, con la notoria intención de reducir la estadística
fatal.
A
la última semana de octubre la Secretaría de Salud de Guanajuato (SSG)
reconocía solo un deceso causado por el dengue, y de no haber sido por la
presión de los medios locales, esa dependencia no habría reconocido que cuando
menos son 4 las muertes comprobadas; y que las mismas podrían llegar a 9.
Esa
dependencia del Gobierno marquizta niega se haya reducido el número de
nebulizaciones realizadas en relación con las efectuadas en años anteriores, y
asevera tener un equipo de 614 brigadistas que desde marzo trabajan en prevenir
la propagación del mosquito transmisor del virus.
Según
el SINAVE (Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica), el número de
infecciones registró un crecimiento exponencial en la entidad durante este año,
pues en el mismo periodo de 2016 solamente se habían registrado cinco.
Según
el señor Héctor Gómez Dantés, ex Coordinador del Plan de Prevención y Control
Integrado del Dengue en Mesoamérica, en Guanajuato existe una verdadera
epidemia (am, León, 27 de octubre de 2017), aunque llama la atención, que pese
al ello, el Ejecutivo estatal no ha dictado una alerta epidemiológica.
Y
es que, mientras a nivel nacional se redujo la incidencia en un 23 por ciento,
en Guanajuato el crecimiento es estratosférico, pues se disparó en un 26 mil
422 por ciento, dado que el año pasado se presentaron sólo 9 casos, mientras que
de acuerdo a los números obtenidos hasta la semana 40, aquí se han registrado
2, 453, aun cuando de esos, la SSG sólo reconocía 2,378.
Para
hacer frente a la emergencia, la Secretaría de Salud afirma contar con 614
brigadistas temporales y disponer de 84 vehículos.
Esos
recursos los tiene distribuidos de la manera siguiente:
27
vehículos empleados en la jurisdicción de León, 10 en Irapuato, 9 en Salamanca,
Celaya y San Francisco del Rincón, 7 en Guanajuato capital y San Miguel de Allende, así como 6 en Acámbaro, no obstante que la
Responsable de Epidemiología reconoció ante la prensa local, que el mal se ha
extendido a 42 de los 46 municipios.
Mientras
el Gobierno del Estado no demuestre lo contrario, esa tremenda anomalía se
debe, sin duda, a la pésima decisión de la Secretaría de Salud de disminuir los
recursos presupuestarios para la prevención y atención de ese padecimiento, que
llevó a los guanajuatenses a conseguir otro ominoso primer lugar.
La
situación es muy grave. Los guanajuatenses estamos frente a una emergencia
sanitaria; y, a manera de propuesta, el Gobierno estatal debiera de:
- Comunicar oficialmente esa situación,
declarando que estamos en estado de alerta epidemiológica; - Destinar recursos financieros
extraordinarios para hacer frente al problema; - Pedir el respaldo de la Secretaría de
Salud Federal; - Fincar responsabilidades administrativas,
laborales y penales a los culpables; - Atender los casos localizados en los
municipios que no han recibido atención hasta el momento; e - Instrumentar un Plan de acción para
que el problema revierta en los años venideros.
