La agencia de noticias estatal norcoreana acusó que el ejército estadounidense voló bombarderos cerca de la península de Corea el jueves para “amenazar y chantajear” al régimen, informó la agencia de noticias Yonhap, con sede en Seúl.
El ejército de EE.UU. confirmó a Newsweek que tal misión ocurrió, pero no respondió directamente al señalamiento de Corea del Norte.
Dos bombarderos B-1B de la Fuerza Aérea de EE.UU. fueron lanzados desde la Base Aérea de Andersen en Guam y “llevaron a cabo una misión bilateral en las cercanías de la península de Corea” junto con los combatientes de la Fuerza de Autodefensa del Aire de Japón (JASDF) y los combatientes de la Fuerza Aérea de la República de Corea (ROKAF), dijo a Newsweek la portavoz de la Fuerza Aérea de los EE.UU., la capitana Victoria Hight.
Después de despegar de la base aérea de Andersen, los bombarderos “transitaron al sur de Corea y al oeste de Japón” para integrarse con los combatientes japoneses.
“Los Lancers luego transitaron por tierra a Corea para integrarse con los combatientes de la República de Corea en el Mar Amarillo. Tras completar la integración bilateral, la aeronave regresa a sus respectivas estaciones de origen”, dijo Hight.
La misión fue “planificada con anticipación” y “no fue en respuesta a ningún evento actual”, agregó Hight.
Estados Unidos habitualmente vuela bombarderos cerca de Corea en misiones de “demostración de fuerza” contra el régimen norcoreano. En septiembre, bombarderos estadounidenses escoltados por aviones de combate volaron a lo largo de la costa norcoreana, yendo más al norte de la zona desmilitarizada que separa Corea del Norte y Corea del Sur de lo que cualquier avión militar estadounidense ha volado este siglo. En octubre, dos bombarderos estadounidenses B-1B realizaron simulacros de misiles aire-tierra frente a las aguas de Corea del Sur.
Las tensiones de décadas entre Corea del Norte y Estados Unidos se dispararon este año cuando Pyongyang aumentó sus pruebas de misiles de largo alcance en busca de un arma nuclear capaz de llegar al territorio continental de Estados Unidos. Mientras tanto, el presidente Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un han emprendido una guerra de palabras, frecuentemente intercambiando insultos y amenazas de destrucción masiva.
Durante el verano, Trump dijo que Corea del Norte sería testigo de “fuego y furia como el mundo nunca ha visto” si no dejaba de amenazar a Estados Unidos. En septiembre, durante su primer discurso frente a las Naciones Unidas, Trump amenazó con “destruir totalmente” a Corea del Norte si obligaba a Estados Unidos y a sus aliados a defenderse. Esto sucedió no mucho tiempo después de que Corea del Norte realizara su sexta prueba nuclear. Desde entonces, la nación ha amenazado con realizar una séptima prueba sobre el Océao Pacífico, lo que sería una medida provocadora y arriesgada.
La rimbombante retórica de Trump sobre Corea del Norte ha provocado críticas de quienes sienten que suena demasiado similar a los líderes norcoreanos y solo ha exacerbado la situación. Pero el consejero de Seguridad Nacional H.R. McMaster defendió el jueves los comentarios del presidente sobre Kim y su régimen.
“No creo que el presidente realmente module su lenguaje. ¿Han notado que lo haga? Quiero decir, ha sido muy claro al respecto”, dijo McMaster en una conferencia de prensa en la Casa Blanca. “He estado al tanto de las discusiones sobre ‘Oye, ¿esto es enardecedor?’ Y lo que es enardecedor es el régimen de Corea del Norte y lo que están haciendo para amenazar al mundo”.
Trump realizará este mes su primer viaje a Asia como presidente, en el que se reunirá con líderes de la región para discutir una serie de cuestiones. La Casa Blanca ha dicho que Corea del Norte estará en la cima de la agenda de Trump durante el viaje.
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Published in cooperation with Newsweek / Publicado en cooperación con Newsweek