Rosa María Hernández, una niña de 10 años que padece parálisis cerebral y que fue sometida a una cirugía de emergencia en un hospital en Corpus Christi, Texas, fue detenida por agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
La madrugada del martes, la menor fue llevada al hospital para la intervención, acompañada de una prima que es ciudadana estadounidense. Luego de una revisión por parte de los agentes en la que se percataron que Rosa María no tenía la residencia legal, éstos señalaron que la niña tendría que regresar a México tras la operación.
“Debido a la condición médica de la joven, agentes de la Patrulla Fronteriza las escoltaron a un hospital de Corpus Christi donde podía recibir atención médica apropiada. Debido a las leyes de inmigración de EEUU, una vez se resuelve el asunto médico luego es procesada. El Consulado de México fue advertido de la situación por la Patrulla Fronteriza de Laredo”, indicó un comunicado de la dependencia, de acuerdo con el portal de noticiasUnivisión.
Hernández fue intervenida la mañana del martes y dada de alta el mediodía de este miércoles, mientras los agentes fronterizos mantenían la vigilancia en el Hospital, según la coordinadora de la Coalición de Inmigración de Texas, Priscilla Martínez.
Citada por la agencia Notimex, la activista señaló que los agentes asumieron la custodia de la menor y la trasladaron detenida la tarde de este miércoles al Baptist Children Home, un alberge para menores en San Antonio, Texas, sin que sus padres, por su condición de indocumentados, puedan acompañarla, explicó Martínez.
Según su prima, los agentes le dijeron que había dos opciones: regresar a la menor voluntariamente a México o enviarla por varias semanas a un centro de detención para menores.