Un hongo infectó el cerebro de Marques Davis, un interno del Centro Correccional Hutchinson de Kansas, en Estados Unidos, el verano pasado, ocasionando que poco a poco perdiera el control sobre algunas de sus funciones hasta que la infección lo llevó a la muerte. La familia del joven de 27 años ha presentado una demanda en contra de tres médicos y 11 enfermeras de Corizon Health, una compañía que otorga los servicios de salud al centro de detención.
“Parece que algo me está comiendo el cerebro”, dijo Davis a los médicos de la prisión según se consigna en la demanda que es reseñada por la prensa. Era fines de diciembre de 2016, aunque Davis ya había tenido problemas de salud desde julio de ese año. Lo que siguió fue que comenzó a sentir dolor en sus piernas, que se extendieron al resto de su cuerpo. Posteriormente perdió el control de sus piernas y vejiga.
La compañía lo acusó de simular los síntomas, según se consigna en la demanda interpuesta por la hija y madre de Davis. Días después de que la empresa dijera esto, una infección en su cerebro, pulmones, hígado y riñón lo mató.
Davis visitó la enfermería de la prisión docenas de veces, y recibió diferentes diagnósticos. Durante una visita, un médico le dijo que su medicamento para la presión arterial lo estaba mareando y le puso fin a la prescripción. En otras visitas, los médicos de la prisión le dieron Tylenol, pero registraron en documentos médicos que creían que estaba fingiendo sus síntomas.
Marques Davis. FOTO: ESPECIAL.
Durante una visita de diciembre de 2016, Davis dijo sentirse peor. Estaba mareado, con sudores y dificultades para caminar. En razón de sus malestar pidió una silla de ruedas, pero le fue denegada, según denunció su familia. Sus síntomas continuaron empeorando hasta marzo de 2017, y los médicos de la prisión continuaron documentando que Davis estaba fingiendo sus síntomas, refiere la demanda.
Fue el 25 de marzo, cuando Davis ingresó de urgencia rápidamente a la enfermería, donde el personal documentó que sus brazos “temblaban incontrolablemente”. Posteriormente lo liberaron en su celda, donde colapsó nuevamente.Seis días más tarde, ya no podía controlar su vejiga o deposiciones.
El 11 de abril, después de más de una semana de empeoramiento de los síntomas, Corizon finalmente admitió a Davis para una resonancia magnética.
La exploración encontró una “infección diseminada” en todo el cerebro de Davis y evidencia de una hernia amigdalina, una condición cerebral potencialmente mortal. La familia asegura que en lugar de enviar a Davis al hospital, Corizon supuestamente lo envió de regreso a su celda de aislamiento. Al día siguiente, Davis sufrió un paro cardíaco y fue declarado con muerte cerebral en un hospital. Más tarde, una autopsia descubrió una infección “muy avanzada” en sus pulmones, hígado, riñón y cerebro.
La familia de Davis acusa al proveedor de servicios penitenciarios Corizon Health de permitir una muerte prevenible. “En el transcurso de casi ocho meses, el difunto Marques Davis y su madre, la demandante Shermaine Walker presentaron numerosos agravios y llamadas por enfermedad que solo dieron como resultado que el personal sanitario de Corizon siguiera sin hacer nada para ayudarlo”, dice la demanda de la familia citada por The Daily Beast.
Corizon afirmó que Davis había recibido atención médica adecuada. “Somos, ante todo, proveedores de atención médica comprometidos a brindar la mejor atención posible a nuestros pacientes”, dijo Martha Harbin, directora de asuntos externos de Corizon, a The Daily Beast. “Es importante enfatizar que la existencia de una demanda no es necesariamente indicativa de la calidad de la atención ni de ninguna irregularidad, y que una queja legal solo representa las alegaciones hechas por el abogado del demandante y la información seleccionada para respaldar esas acusaciones. Si bien nos gustaría mucho compartir los detalles de la atención que brindamos al Sr. Davis, las leyes de privacidad del paciente nos prohíben hacerlo. Esperamos que cualquier procedimiento legal revele que la atención del Sr. Davis fue apropiada “.
La prensa estadounidense refiere que Corizon tiene una larga historia de demandas de reclusos. En 2015, la Ciudad de Nueva York terminó su contrato con Corizon. Mientras que los departamentos correccionales estatales en Maine, Florida, Nuevo México, Minnesota y Tennessee también han terminado recientemente sus contratos con Corizon por informes de muertes y sufrimiento de reclusos en las enfermerías de la compañía.
Su familia argumenta que Davis pudo salvarse, sin embargo lamenta que se haya visto obligado a sufrir durante meses por un trastorno neurológico grave y debilitante que provocó su muerte.