Braskem, la filial petroquímica de Odebrecht, acompañó “de tiempo completo” la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto en 2012. Así lo reveló Carlos Fadigas, quien se desempeñaba entonces como director de la filial y que hoy es delator ante la justicia brasileña en el marco de la investigación sobre el escándalo de corrupción de Lava Jato.
“Acompañamos de tiempo completo toda la campaña del PRI, del partido PRI, y del actual presidente Enrique Peña Nieto. No sólo de él —especificó Fadigas— sino también de su equipo”. Estas revelaciones forman parte de la transcripción de una reunión privada con inversionistas, que tuvo lugar en febrero de 2013 y a la cual tuvo acceso la organización periodística Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
La misma información indica que la filial de la constructora brasileña intervino durante los días de la campaña presidencial con tres transferencias por 1.5 millones de dólares a la empresa Latin America Asia Capital, afincada en Islas Vírgenes, la cual ha sido vinculada por testigos protegidos en Brasil con Emilio Lozoya Austin, exdirector general de Pemex quien por ese entonces se desempeñaba como coordinador de Vinculación Internacional de la campaña de Peña Nieto.
La organización MCCI también tuvo acceso a otros documentos que dan cuenta de cuatro reuniones que Enrique Peña Nieto sostuvo con Marcelo Odebrecht, el empresario que creó un imperio de la construcción que ahora está en el centro de un escándalo internacional de corrupción.
Uno de estos encuentros, en la primera semana de abril de 2010, ocurrió cuando Peña Nieto era gobernador del Estado de México; otra, en octubre de 2011, cuando se perfilaba como candidato del PRI a la presidencia; una tercera, el 12 de noviembre de 2012, a días de tomar protesta; y la cuarta ocurrida, en octubre de 2013, ya cuando Peña Nieto era presidente de México.
A mediados de agosto, MCCI dio a conocer que la constructora Odebrecht transfirió, en plena contienda electoral de 2012, la cantidad de 3 millones 140 mil dólares en siete depósitos a la empresa ligada por los delatores a Lozoya. Lo anterior como producto de supuestos favores. Hoy la organización mexicana especifica que la nueva documentación arroja que al menos “tres de esas transferencias, por 1.5 millones, provenían de Braskem, la filial petroquímica de Odebrecht, que en aquellos días construía la planta Etileno XXI en el estado de Veracruz, en alianza con la empresa mexicana Idesa”.