Gypsy Rose decidió que quería a su madre
muerta. No fue ella quien sostuvo el cuchillo con el que la mujer fue
apuñalada, Rose le pidió a su novio que se encargara del trabajo sucio. El
escandaloso caso ocurrido en Missouri en 2015, es el tema central de “Madre Muerta y Querida” (“Mommy Dead and Dearest”) de HBO. Un trabajo denso e
impactante que desenvuelve ante el espectador uno de los casos más extraños y
horribles de abuso infantil que se hayan visto en años recientes. La
experiencia no es fácil, ni apta para personas sensibles, pero este documental
es un retrato muy completo hacía uno de los rincones más oscuros que esconde
nuestra sociedad.
La historia de engaños es más de lo que
aparenta. Si no se conocen las noticias del evento ocurrido hace apenas dos
años, es bueno sentarse a verlo sin la información completa, para que los giros
de la historia se desarrollen a su propio modo en este didáctico trabajo. En
resumidas cuentas es así: Dee Dee Blancharde fue encontrada muerta en su cama.
Su hija, quien padecía numerosas enfermedades y se encontraba en silla de
ruedas, está desaparecida. En su cuenta de Facebook se encuentra un mensaje:
“¡esa perra está muerta!” Más adelante, un comentario que asegura no sólo haber
apuñalado a la mujer, sino haber violado a Gypsy Rose. Lo lógico era pensar que
ella había sido secuestrada por el asesino, pero lo que la policía encontró fue
mucho más complicado.
Los documentales de este tipo son siempre incómodos,
pero al mismo tiempo fascinantes. Es como leer la nota roja de un periódico.
Los actos atroces y violentos nos atraen por alguna razón que escapa a nuestro
entendimiento. Por otro lado, documentar este tipo de eventos también sirve
para generar consciencia. Existen crímenes terribles que se extienden por años,
mostrándose a la luz del día sin que nadie se dé cuenta de nada. El reflejo de
los instintos más bajos y crudos del ser humano ocurren a puertas cerradas,
mientras que afuera, en el mundo, todo parece estar más que bien. Una madre que
cuida a su hija enferma podría ser un alma caritativa, podría verse como un
reflejo inmenso de bondad y amor. En este contexto, ¿qué se puede hacer que no
sea admirarlas a ambas? “Madre Muerta y Querida” nos cuestiona en este sentido.
El caso está cerrado, la verdad ya se supo.
Pero como dice uno de los entrevistados: “todos le fallamos a Gypsy”. Su padre,
los doctores, sus amigos y hasta la sociedad en general. A través de
entrevistas muy precisas, este documental nos ilustra no sólo cómo ocurrieron
las cosas, sino la densidad de las mismas. Quizá haya un “villano” dentro de
todo esto, pero ese villano sigue siendo uno de los grandes misterios. No hay
manera sencilla de entender crímenes como el abuso psicológico y físico o el
asesinato. Aunque el caso parece sacado de una película de ficción, ocurrió y
su desarrollo es intenso, visceral, como ninguna película inventada podría
retratar. En este sentido, uno de los grandes aportes de la cinta es la
entrevista con Gypsy, después de todo lo acontecido.
Documentales como este son una ventana.
¿Hacia qué? Hacia nosotros mismos, sobre todo. Ver este tipo de situaciones nos
pone en jaque. ¿Qué haríamos nosotros? ¿Qué es lo correcto? ¿Cómo se puede
evitar? El documental estudia a todos los personajes involucrados, añadiendo
los interrogatorios policiales, tratando de analizar el pasado de ellos tanto
como se pueda en busca de la gran pregunta: ¿por qué? Sin embargo, no parece
encontrar una respuesta. Quizá el propio espectador reflexionará alguna
conclusión. La realidad puede ser brutal y HBO nos muestra uno de sus más
horrendos rostros. Aunque queramos, no podemos desviar la mirada.
“Madre Muerta y Querida” se estrena el
próximo 30 de octubre a las 23:00 horas por HBO.