El exceso de trabajo causó la muerte de una periodista en Japón

Miwa Sado, una periodista política de la organización nacional de radiodifusión japonesa NHK, murió de exceso de trabajo después de registrar 159 horas y tomar sólo dos días de descanso en el mes previo a su fallecimiento, informó The Guardian.

Sado, de 31 años, murió de insuficiencia cardíaca en julio de 2013. Sin embargo, su caso no se hizo público hasta esta semana, cuando los inspectores de trabajo en Tokio dictaminaron que murió de karoshi (muerte por exceso de trabajo). Su muerte vuelve a arrojar luz sobre las horas de trabajo draconianas de Japón esperadas de muchos empleados, y aumentará la presión sobre las autoridades para hacer frente a las muertes causadas por tales prácticas.

La periodista, que se unió a la emisora ​​en 2005, trabajó en las elecciones de la Asamblea Metropolitana de Tokio y la Cámara de Consejeros de junio a julio de 2013, según The Japan Times. Falleció el 24 de julio, tres días después de la elección de la Cámara Alta, añadió el diario.

“Aún hoy, cuatro años después, no podemos aceptar la muerte de nuestra hija como una realidad”, dijo una declaración de NHK que citaba a los padres de Sado. “Esperamos que la tristeza de la familia en duelo no sea en vano”.

Esta no es la primera vez que los empleados japoneses murieron por trabajo de horas extras. Según un informe de la BBC, la tradición de karoshi ha sido documentada desde los años 60 y 70. Recientemente, casi una cuarta parte de las empresas japonesas reportan empleados empleados que trabajan más de 80 horas extras por mes, según la BBC, mientras que el 12 por ciento de los empleados trabajan más de 100 horas de horas extras al mes.

Sin embargo, la muerte de Matsuri Takahashi, una joven de 24 años, parte del equipo de la empresa de publicidad Dentsu, desencadenó una conversación nacional sobre las normas laborales. Apenas dormía después de trabajar más de 100 horas extras. En su mayor parte, se espera que los jóvenes japoneses se empujen al límite.

La muerte de Takahashi llevó al primer ministro Shinzo Abe a abordar una cultura laboral que a menudo obliga a los empleados a trabajar largas horas como muestra de dedicación, a pesar de que las largas horas de trabajo producen poca productividad, informó The Guardian.

A principios de este año, el gobierno propuso que el trabajo de horas extra se limitara a 60 cada mes, pero las empresas tienen la opción de aumentar el número de 100 horas durante “períodos de actividad”. Sin embargo, los críticos indican que Japón se preocupa más por la rentabilidad empresarial y los intereses económicos que el bienestar de los trabajadores.

“Los japoneses cuentan con el gobierno, pero están siendo traicionados”, dijo a BBC Koji Morioka, quien ha estudiado la tendencia karoshi en los últimos 30 años.

Published in cooperation with Newsweek / Publicado en cooperación con Newsweek