El tren avanza sin hacer ruido

Nueve millones de dólares. Eso es lo que asegura haber pagado Baja California Rail Road (BCRR), para adquirir los derechos de la Línea del Desierto, la vía del ferrocarril que conecta Tecate, Baja California, con Plaster City, en California.

“Estamos muy optimistas”, dice Roberto Romandía, el director de la empresa que explota la ruta del tren en esta frontera.

Pero el dueño de la compañía, el promotor boxístico Fernando Beltrán, quiere todos los rieles. No importa si están del lado americano o tienen que ser instalados entre Tecate y Ensenada, porque ahí hay un gran negocio.

“La derrama económica para ambos países es sumamente importante. No lo digo yo, lo dicen las propias empresas ferroviarias más grandes del mundo. Se han hecho estudios de factibilidad y congruencia en donde una derrama aproximadamente de 450 millones de dólares (anuales) es lo que podríamos lograr con la apertura de este nuevo cruce, obviamente unido al proyecto que el gobierno del estado bien se ha dado construir y que ha continuado, que es el proyecto El Sauzal”, agrega su socio, Romandía Tamayo.

La vía corta que ya explotan será mucho más productiva conectada al sistema norteamericano, y el circuito se completa con el puerto que quiere construir el gobierno de Francisco “Kiko” Vega de Lamadrid. Por eso hablan de extender los rieles desde la frontera a la costa.

La máquina de BCRR mostró su interés por construir y operar la nueva vía desde el 2015.

Ese año presentó una carta de interés ante el gobierno estatal proponiendo formar una Asociación Público Privada (APP). Así lo muestra el documento que sometió ante la autoridad la “Alianza Tren de Acero”, integrada por las empresas Caballo de acero S. de R.L., Herzog Corporation, Union Pacific y Baja Rail.

Baja California aprobó otras APPs, entre ellas las controversiales desalinizadoras que tanta inconformidad generaron entre la población. Pero el planteamiento para la vía no fue seleccionado.

Otras empresas, incluida China Railway Construction Corporation también buscaron sin éxito quedarse con el proyecto ferroviario.

China Railway es la misma empresa que adquirió notoriedad a nivel nacional porque el gobierno de Enrique Peña Nieto le canceló un proyecto para construir el ferrocarril México-Querétaro.

La empresa asiática se había asociada con “Grupo Higa”, la empresa que intervino en la edificación de la ahora famosa “Casa Blanca”, propiedad de la familia del presidente Peña Nieto.

Volviendo al tren en Baja California, aún hay algunos obstáculos que sortear para construir la nueva vía. Primero el estado necesita obtener del gobierno federal la ampliación del periodo de asignación de la vía corta, porque solo le quedan 14 años para su explotación comercial.

Por eso la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), se reunió con la paraestatal Administradora de la Vía Corta Tijuana-Tecate (Admicarga).

“Se está llevando a cabo una reunión en este momento en Admicarga para revisar las condiciones que guarda el cumplimiento y la aplicación de la reglamentación de los programas de concesión, de operatividad y de administración”, dice el Director del centro SCT en el estado, Alfonso Padrés Pesqueira.

Las cuentas de la paraestatal han tenido observaciones desde el 2011. El Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) reporta, entre otras probables irregularidades, incumplimiento del contrato entre la empresa ferroviaria propiedad del promotor de box Fernando Beltrán, y la entidad de gobierno.

Según los datos de la compañía BCRR, en su recorrido hasta Tecate el tren tiene 89 cruces a nivel de calle, y varios más clandestinos. FOTO: NEWSWEEK EN ESPAÑOL BAJA CALIFORNIA.

Newsweek en Español Baja California consignó en su edición #21 titulada “El oscuro contrato del tren”, los beneficios recibidos por la compañía desde que inició la gubernatura de Francisco Vega de Lamadrid, y la falta de cumplimiento de BCRR de invertir 20 millones de dólares para la rehabilitación del ferrocarril.

“Es inútil que se le invierta un solo centavo a los 71.4 kilómetros de vía, si no tienes obviamente la demanda necesaria”, afirma Romandía Tamayo.

Esa demanda es la que deben de generar las empresas que diario trasladan insumos y mercancías a través de la frontera México-Estados Unidos.

Aún así el gobierno del estado ha invertido casi 800 millones de pesos en la rehabilitación y modernización. También continúa promoviendo el tren como un proyecto estratégico para el desarrollo económico de la región.

Para rehabilitar la vía que explota desde 2014, Beltrán Rendón ha destinado poco más de 28 millones de pesos en los últimos dos años. Romandía Tamayo justifica el nivel de la inversión en suelo norteamericano asegurando que así producirán la demanda de servicio que requiere la vía corta Tijuana Tecate.

“Esta vía es de solo 71.4 km que no llega a ninguna parte, si no es con la ayuda que podamos tener con la vía del desierto”, agrega.

Pronto la empresa BCRR trasladará combustibles con el ferrocarril. En años pasados, el tren se ha descarrilado en Zona Río. Foto: TIJUANAPRESS.COM

Cuestionado por el compromiso de BCRR de invertir cinco millones de dólares anuales durante cuatro años, responde que ese acuerdo fue con Dimas Campos Santiesteban, el anterior dueño de BCRR que vendió la empresa a Fernando Beltrán.

“No cambia el contrato, seguimos sobre cierta estructura del contrato, sin embargo las condiciones sí cambian (…) Nosotros llegamos a otro tipo de negociación, en donde solicitamos que se reconsiderara ese tipo de inversión, puesto que no existen los flujos”, menciona.

Admicarga mantiene bajo reserva el contrato con BCRR firmado en 2007, aunque el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública de Baja California (Itaipbc), resolvió en 2015 que su argumento no es válido.

El gobierno del estado dice que no puede mostrar a los bajacalifornianos el acuerdo porque hay un conflicto legal en curso con Carrizo Gorge Railway, la empresa que explotaba la vía antes de BCRR.

Según lo documentado por el equipo de investigación de Newsweek en Español Baja California, el gobierno de José Guadalupe Osuna Millán (2007-2013), canceló sin motivo aparente ese contrato y lo entregó sin licitación a Dimas Campos, empresario gasolinero que habría apoyado económicamente su campaña a la gubernatura.

El tramo ferroviario en el país del norte, nombrado también “La vía imposible” por su historia de complicaciones que le han impedido cumplir el éxito que promete, es de 112.75 kilómetros. BCRR inicialmente dijo que ocupaba entre 70 y 80 millones de dólares para su rehabilitación, aunque hoy su director habla de 52 millones.

Independientemente de la cifra, la compañía tampoco contempla invertir todavía para arreglar la olvidada vía ferroviaria. Será hasta que las autoridades de ambos países construyan en la frontera un despacho aduanal conjunto, reitera Roberto Romandía.

Lo que sí está en sus planes inmediatos es iniciar en octubre la importación de combustibles desde Estados Unidos.

Fernando Beltrán Rendón está interesado en la vía de tren hacia El Sauzal, Ensenada, desde junio de 2015, cuando planteó desarrollar él mismo la obra, en alianza con otras empresas, bajo la modalidad de Asociación Público Privada.

El director de BCRR había dicho a este reportero que podrían cruzar 20 millones de litros mensuales, pero este mes en entrevista con medios locales habló de importar desde Texas, Estados Unidos, más de 40 millones de litros por mes.

Como sucede actualmente con el gas LP, el hidrocarburo entraría a Tijuana por San Ysidro y atravesaría la ciudad donde la señalización en los cruces vehiculares es mínima, y en algunos puntos inexistente.

Según los datos de la compañía BCRR, en su recorrido hasta Tecate el tren tiene 89 cruces a nivel de calle, y varios más clandestinos. También dicen que alrededor del 70% de la vía está invadida por asentamientos irregulares y predios adquiridos regularmente.

El director de BCRR asegura que empezarán “un programa muy agresivo” instalando 16 señalamientos en los cruceros con mayor afluencia.

“Indiscutiblemente no son suficientes. Lo que sería suficiente es tener los señalamientos que establece el propio reglamento ferroviario en los 89 cruces”, responde Romandía Tamayo.

La complejidad para cumplir con el reglamento, añade, es que cada instalación representa una inversión de 65 mil dólares.

A la falta de señalización en los cruceros, recientemente se sumó otro elemento en la seguridad al paso del tren: el desmoronamiento de varios de los pilotes en el recién construido y todavía no inaugurado, Nodo Express 20 de Noviembre.

Esos pilotes sostienen la parte alta del paso a desnivel, y por allí arriba atraviesa la vía del ferrocarril. La Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano del Estado informó que la empresa Constructora Makro S.A. de C.V., responsable de los trabajos, arreglará las fallas.

“Al principio la compañía constructora quería resanar y emplastar. Pero es la primer propuesta, nosotros no estuvimos de acuerdo (…) Los colegios empezaron, ustedes saben, a criticar el método de construcción, las correcciones”, dijo Manuel Guevara Morales a reporteros que preguntaban por las fallas en la obra.

De acuerdo con el funcionario estatal que licitó también las obras de rehabilitación para la vía corta Tijuana-Tecate, la última propuesta en la mesa era un muro de contención de 30 cm a los costados de los pilotes, y romper los pilotes fracturados.

El director de BCRR dice que antes de la construcción del Nodo Express 20 de Noviembre, informaron que cada furgón pesa máximo 90 mil libras, y la máquina locomotora menos de 100 mil libras.

“Nosotros nos sentimos muy confiados. Trabajamos muy de cerca en ese sentido cuando se proyectó esta construcción a través de Sidue”, menciona.

Pero esto no podrá ser comprobado hasta que el paso con más de nueve meses de atraso sea inaugurado, porque Guevara Morales dijo que no harían pruebas para conocer la resistencia de la polémica construcción.

“La empresa propuso una prueba de carga en estos días, pero no queremos hacerla. Queremos reparar primero lo que se tenga que reparar, y la mejor prueba de carga es cuando pase el tráfico”, apuntó.

Al Congreso del estado no le corresponde revisar el manejo del dinero público en esa obra porque fue financiada con recurso federal, pero sí es responsable de observar la administración de la vía Corta Tijuana-Tecate que el gobierno federal le asignó a Baja California desde el año 2000.

“Es inútil que se le invierta un solo centavo a los 71.4 kilómetros de vía, si no tienes obviamente la demanda necesaria”, dice el director de BCRR.

La diputada panista Eva María Vázquez, presidenta de la Comisión de Fiscalización y Gasto Público, fue buscada para conocer el status de la cuenta pública de Admicarga del 2015, pero su personal dejó de responder luego de comprometerse a atender la solicitud.

Todas las observaciones del Orfis a Admicarga que llegaron a la Comisión de Fiscalización, debieron ser notificadas a la ahora llamada Secretaría de la Contraloría y Transparencia Gubernamental. Este reportero buscó a su titular, Francisco Enrique Postlehwaite, para conocer cómo ha procedido.

Su equipo de comunicación pidió tiempo para que el funcionario pudiera revisar el tema. A Postlehwaite Duhagón el gobernador Vega de Lamadrid lo nombró Contralor el pasado tres de julio, y el Congreso lo ratificó este nueve de septiembre.

La primera solicitud de entrevista fue a inicios de agosto, y para la elaboración de este reportaje hubo una segunda. Su personal respondió que esa solicitud sigue en los pendientes.

La antes llamada Contraloría General del Estado forma parte del nuevo Sistema Estatal Anticorrupción (SAE), el ente que tiene que ser capaz de investigar, sancionar e iniciar denuncias formales por presuntos actos de corrupción entre gobierno y particulares.

El SAE todavía no empieza de lleno su integración, pero ni el ex presidente del instituto de transparencia ni el Congreso que aprobó las leyes anticorrupción dan señales de atender los opacos acuerdos entre el gobierno de Baja California y la empresa del amigo del gobernador.

Segunda entrega.