“Las autoridades no han hecho mucho, la gente es la que lo está haciendo. Si bien en muchos puntos el ejército ha tomado el control y lo ha hecho de manera más ordenada, también es cierto que sigue siendo el mismo ejército que asesina gente en este país. Creo que no hay que bajar la guardia”, asegura el actor de cintas como Güeros(2015).
A su parecer, los ciudadanos debemos tener “la guardia alta”, no solo por una posible réplica, sino por la ineptitud de las autoridades y los partidos políticos, los cuales han polemizado respecto a donar a las personas necesitadas parte de su presupuesto para las elecciones presidenciales del 2018.
“Nuestras autoridades tienen esa responsabilidad, el dinero que nosotros damos vía impuestos y vía Pemex, otras inversiones públicas, ese dinero tiene que servir para lo que está, que es para beneficiar al pueblo de México. Ahorita el pueblo no necesita partidos políticos caros, no necesita una democracia cara, lo que necesita es dinero para reconstruir nuestras vidas, reconstruir nuestra ciudad”, dice.
Algunos políticos han declarado que donarían parte de su presupuesto, pero a la fecha se desconocen detalles al respecto, pues, según declaraciones oficiales, una acción semejante va en contra de la ley.
“Me parece divertido que al amparo de la ley nieguen dinero, pero al amparo de la ley, o de la ilegalidad, reciban dinero. Para hacerse ellos de lana todo es legal, todo se vale, y cuando se trata de donar dinero, entonces ya es ilegal”, señala Huerta.
“Si bien la sociedad demostró que estamos en un México que todavía tiene valores y es un país hermoso, nuestras autoridades siguen siendo los mismos de siempre, con la misma insensibilidad de siempre”, agrega el actor, a quien tampoco le parece que los partidos busquen beneficiarse de la desgracia.
“En Oaxaca se documentó que la ayuda que el gobierno movió fue entregada a los partidos, los partidos rotularon con sus logos la ayuda y después la entregaban a la población. Me parece una manera perversa y brutal de sacar un provecho político de una desgracia social”.
Asimismo, para él cualquier edificación posterior a la tragedia ocurrida hace 32 años no debió derrumbarse, lo que revela que “no se cumplieron con las disposiciones oficiales de construcción”. A su forma de ver, ello ocurre por la corrupción.
“Después de la experiencia del temblor del 85, México debiera estar más que listo con tecnología de punta para evitar cualquier tipo de anomalía sísmica en las estructuras (…) Los edificios nuevos no debieron haberse caído bajo ninguna circunstancia, ni puentes, ni infraestructura urbana”.
A pesar de todo, el actor resalta que estos eventos lo remitieron a un México solidario y mejor, a un país capaz de salir adelante por su cuenta.
“Digamos que esta tragedia lo único que hizo fue quitarnos la mugre que teníamos en la cara y nos enseñó un rostro bello —señala—. Estamos bien, estamos de pie. Este temblor no nos puso de rodillas y nada lo hará. Vámonos para adelante, para arriba, a reconstruir la ciudad y el país completo”.