El presiente mexicano Enrique Peña Nieto pidió el martes en la noche a sus compatriotas mantenerse en calma tras el terremoto de 7.1 grados que dejó al menos 149 muertos, al que calificó como “una dura prueba y muy dolorosa” para el país.
“Lamentablemente varias personas han perdido la vida, incluyendo niñas y niños, en centros educativos, edificios y viviendas. Quiero expresar mis condolencias a quienes perdieron un familiar o un ser querido”, dijo Peña Nieto en su primer mensaje tras el terremoto.
Explicó que 40 por ciento de Ciudad de México y 60 por ciento de Morelos, las entidades más afectadas, permanecían sin energía eléctrica por la noche.
“En la medida de lo posible, la población deberá permanecer en sus hogares siempre que sean seguros y evitar congestionar las calles por donde deben transitar los vehículos de emergencia”, añadió el presidente
Peña Nieto se encontraba fuera de capital al momento del sismo, pero regresó de inmediato y por la noche acudió a la escuela privada Enrique Rebsamen, donde murieron al menos 21 niños.
El sismo se registró a las 13:14 horas locales, con epicentro entre los estados de Puebla y Morelos, cerca de la capital.
El pasado 7 de septiembre, un terremoto de 8,1, el más fuerte en un siglo en México, causó 96 muertos y más de 200 heridos en el sur del país, especialmente en los estados de Oaxaca y de Chiapas.