El presidente estadounidense organizó una cena de trabajo en Nueva York a la que asistieron el presidente Michel Temer de Brasil, el presidente Juan Manuel Santos de Colombia, el presidente Juan Carlos Varela de Panamá y la vicepresidenta Gabriela Michetti de Argentina para tratar la situación que se vive en Venezuela.
En la reunión, celebrada la noche del lunes, no estuvo presente ningún representante del gobierno mexicano, aún cuando la administración de Enrique Peña Nieto ha sido una de las principales voces críticas contra el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro.
Reportes de la prensa mexicana indican que el gobierno mexicano sí fue invitado a esta reunión, pero el presidente Enrique Peña Nieto, quien canceló su asistencia a la Asamblea General de la ONU, ya había advertido que no iría por cuestiones de agenda. Una fuente de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) aclaró días antes a la revista Proceso que el canciller Luis Videgaray Caso tampoco asistiría.
En la cena, Donald Trump agradeció a los líderes latinoamericanos por su defensa en apoyo al pueblo venezolano y la condena de la dictadura de Maduro. El grupo discutió además la importancia de un trabajo conjunto para “ayudar a restaurar la democracia en Venezuela” y reafirmó los principios de la Declaración de Lima del 8 de agosto de 2017.
El mandatario estadounidense aseguró durante el encuentro que Venezuela “está colapsando” y su pueblo “está muriendo de hambre” por las políticas del “gobierno desastroso” de Maduro.
Los líderes acordaron seguir trabajando juntos para resolver la crisis venezolana y discutieron múltiples maneras de mejorar la seguridad en el Hemisferio Occidental, avanzar en la prosperidad y asegurar la soberanía a través de la democracia y el estado de derecho, reportó la Casa Blanca.
Venezuela consideró este martes como una “amenaza” a su soberanía la reunión. El gobierno venezolano “denuncia ante los pueblos del mundo las nuevas amenazas en contra de la soberanía, la paz y de la estabilidad de nuestro país emitidas” en la cena ofrecida por Trump el lunes, señaló un comunicado.
Según el gobierno de Nicolás Maduro, esos dignatarios “fueron conminados a incrementar la campaña de agresiones contra Venezuela”.
Trump “tiene una obsesión fatal con Venezuela producto de sus ideas supremacistas blancas, pero contamos con los pueblos del mundo”, añadió el texto. Caracas afirmó además estar preparada para “seguir derrotando, en los planos político y diplomático, y en cualquier otro que sea necesario, las nefastas agresiones” de la Casa Blanca.