Nacho Ambriz: un Rayo cae cuatro veces sobre el Necaxa

Nacho nació dos veces. La primera fue en
1965. La segunda, en 1983. Primero llegó al mundo y luego al futbol. Y así como
fue la excepción a la regla de que solo se nace una vez, también demostró que
un rayo sí cae dos veces en el mismo sitio. Dicen que uno siempre vuelve al
lugar donde amó la vida.

Como el Rayo que es, ‘Nacho’ Ambriz ha
caído no dos, sino cuatro veces en Club Necaxa. El equipo que lo vio nacer como
futbolista ahora lo tiene como timonel, con la misión de colocar al equipo de
Aguascalientes entre los 10 mejores de la Liga Bancomer que empieza el 22 de
julio.

El escritor mexicano (y necaxista) Juan
Villoro cuestiona, en su libro “Balón dividido”, se cuestiona si un futbolista
puede también ser hincha del equipo en el que juega. Ambriz podría responderle
solo con la mirada.

Hombre serio, de pocas palabras, el hoy
director técnico de Necaxa sonríe con los ojos. No encuentra palabras para
describir qué significa ese equipo en su vida y lo que representa para él
volver a la escuadra rojiblanca para el Apertura 2017.

“¡Es mi casa! Sí te puedo presumir que es
mi casa”, suelta finalmente. Boca y ojos compiten en el rostro del deportista
por mostrar la sonrisa más grande.

“Me paré en el centro de la cancha y veía
las bardas y me hacía todos los recuerdos de Cuautitlán Izcalli, es muy
parecido a Cuautitlán Izcalli, la verdad. La rampa esa que tiene ahí y que se
trabaja, las canchas… y son recuerdos tan bonitos que tengo. Yo creo que no
nada más yo: Gerardo Esquivel, El Monstruo Álvarez, La Chivita Solano somos
gente necaxista, la verdad, y estamos muy contentos, muy conscientes de que
tenemos que partirnos el alma para que el equipo sea competitivo, sea ganador y
luchemos, ¿por qué no?, por campeonatos”, visualiza.

En ese hogar de Cuautitlán, tan parecido
al de Aguascalientes, ‘vivió’ 11 de sus 18 años como jugador. Ahí nació al
futbol, anotó 17 de los 20 goles de su carrera y ha disputado, hasta ahora, 268
partidos.

Fue en Necaxa donde en 1994 formó parte
del “Equipo de la Década”, junto con figuras como Alex Aguinaga, Alberto García
Aspe, Ricardo Peláez, “El Matador” Luis Hernández y Octavio “El Picas”
Becerril.

Quienes lo vieron jugar coinciden en que
las características de Ambriz como futbolista son las que él dice tener como
persona fuera de las canchas: es un tipo de bajo perfil, serio, trabajador,
disciplinado, honesto y directo, pero que en el pasto hacía lo que tenía que
hacer. Y entonces se entiende que hable de Necaxa como su hogar y su familia.

“Soy un tipo tranquilo, soy muy hogareño.
Me gusta mucho estar en casa, me gusta leer mucho. No soy mucho de ir al cine,
salir a algo. Muchas veces sí me gusta salir a comer, tomarme una buena copa de
vino también me gusta, pero te reitero: soy más de casa. Luego me preguntan: ¿por qué tan serio? Y les digo: es
que traigo mi música por dentro
. Y normalmente no me verás hacer
aspavientos que no me gustan, siempre ha sido así, como futbolista siempre fue
así. Y difícilmente me verás salirme de como ahorita me estás conociendo, de
una línea. No sé si esté mal o esté bien, pero soy así y ya a mis 52 años será
difícil que cambie”, reflexiona.

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