Adolescente, una de cada cuatro nuevas madres

Anualmente en Aguascalientes uno
de cada cuatro nacimientos es de una adolescente menor de quince años de edad.
Según datos del Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes
son en promedio 80 nacimientos.

De acuerdo al registro oficial, el
estado ocupa el lugar número 25 a nivel nacional en cuanto a embarazos en
menores de 15 años de edad, lo cual lo coloca por debajo de la media.

Según comentó José Manuel Ríos
Velasco, responsable estatal de planificación familiar en el ISSEA, de los
casos de embarazo en adolescentes, fue una menor de 12 años de edad la más
pequeña en el estado que ellos tienen registrada.

Ríos Velasco especificó que el
comportamiento del índice de embarazos en adolescentes es prácticamente lineal
durante todo el año y presenta un leve incremento del 4% de nacimientos entre
los meses de septiembre y octubre, lo que significa que esas adolescentes se
embarazaron entre diciembre y enero.

Las razones con las que se
justifica este incremento, es la llegada de migrantes, el mayor flujo de
dinero, el período vacacional e incluso hay quienes dicen que se debe al clima,
comentó Ríos Velasco.

De acuerdo a un estudio realizado
por el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva sobre el tema
de embarazos en adolescentes, comentó Rufino Luna Gordillo, director general
adjunto de salud reproductiva de este centro planteó que prevalece la idea de
que es preferible que las mujeres formen una familia, se vuelvan amas de casa y
tengan hijos.

Agregó que aún cuando las familias
pretenden que sus hijas estudien y consigan empleo, en la práctica se siguen
repitiendo patrones de género donde se forma a las mujeres como esposas y madres
de familia.

Anualmente, la Secretaría de Salud
en el país registra 10 mil embarazos en adolescentes.

En cuanto a la concepción de las
propias adolescentes, en el tema del embarazo, muchas de ellas buscan tener un
hijo como una forma de “elevar” su estatus dentro de la familia, ya no quieren
ser la niña regañada por los papás que es obligada a realizar quehaceres
domésticos.

“Este status que buscan no se
logra mucho, no se modifican las condiciones en las que están viviendo y sin
embargo si cortan un proyecto de vida”.

Y en materia de salud el
organismo de una adolescente no está todavía completamente desarrollado, tener
un embarazo a esa edad es compartir genes que no han madurado y no han llegado
a la plenitud fisiológica, lo cual se traduce en bebes pequeños, con
complicaciones cardíacas, que llegan a tener más problemas de salud que una
persona adulta. Eso sin contar los altos niveles de defunción en las madres
adolescentes.

“Las complicaciones son mayores tanto para
ella como para el bebé, el riesgo de morir también es mucho mayor para ella
como para el bebé, estas niñas tienen casi el mismo riesgo que las mujeres ya
de mucha más edad de tener hijos con síndrome de down”.