Se debilitan operativos policiacos frente a despliegue militar

Las fuerzas policiacas han sido desplazadas en la lucha contra el crimen organizado, así lo muestran los datos más recientes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), a la par que las corporaciones militares han ocupado un lugar más preponderante en la ofensiva contra los “cárteles” de la droga como ha quedado evidenciado en los operativos recientes que ha encabezado la Secretaría de Marina.

La ASF informó en su reporte de la cuenta pública 2015 cómo el número de operativos a cargo de la Policía Federal para la persecución de los delitos decreció en un 71.2 por ciento, al pasar de 404 en 2012 a 116 en 2015. Un comportamiento similar mostraron los operativos de carácter preventivo al disminuir en 74.3 por ciento de 608 en 2012 a 156 en 2015.

“De mantenerse la tendencia decreciente de los operativos preventivos o de persecución realizados por la PF llegará el momento en que todos los operativos sean considerados para la atención de ambos componentes de la política de seguridad pública, situación que no permitirá determinar la forma en la que opera la PF, ya sea de manera reactiva o preventiva, lo cual dificultará la definición de directrices para enfocar sus esfuerzos a atender y auxiliar los mandamientos ministeriales y judiciales, pero también para adelantarse a la comisión de los delitos mediante la disuasión, prevención e investigación previa a su ejecución”, dice el informe.

La autoridad fiscalizadora detectó a su vez que la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la PGR ha tenido una actuación limitada para atender la investigación y persecución de los delitos relacionados con la delincuencia organizada. Precisó que en 2015 se obtuvieron autos de formal prisión para 8.7 por ciento de las 8846 averiguaciones en trámites; y se presentó un rezago de 7004 averiguaciones, de las cuales sólo programó atender 9.7 por ciento para 2016.

“Es necesario que la PGR refuerce los programas de abatimiento al rezago; y fortalezca las acciones para la integración de indagatorias, a fin de incrementar el porcentaje de averiguaciones previas consignadas y la obtención de autos de formal prisión o sujeción a proceso”, dice el informe.

La ASF detectó además que frente a otros delitos del orden federal, la Procuraduría General de la República (PGR) tiene una capacidad operativa insuficiente para investigar, ya que prevalece un rezago de 55,294 averiguaciones previas, cifra superior en 6.1 por ciento a la cantidad del año anterior de 52,088, además señaló que las averiguaciones previas consignadas que obtuvieron un auto de formal prisión representaron 12.8 por ciento de las averiguaciones en trámite, “lo que afecta su contribución para lograr una procuración de justicia eficaz, eficiente y abatir la impunidad”.

A la par de que han sido detectadas estas deficiencias en la persecución de delitos y en la consignación de criminales, las Fuerzas Armadas han recobrado relevancia en el combate a los grupos del narcotráfico, muestra de ello es el reciente operativo en Tepic, Nayarit, realizado por agentes de la Secretaría de Marina (Semar), quienes con el uso de un helicóptero artillado abatieron a 15 presuntos delincuentes, entre ellos Juan Francisco Patrón Sánchez, quien fungía como líder del “cártel” de los Beltrán Leyva en el estado.

Este operativo cobró relevancia justo cuando en el Congreso se discuten distintas iniciativas sobre una Ley de Seguridad Interior, la cual busca otorgar a la Marina y al Ejército Mexicano un marco legal para que puedan atender cuestiones de seguridad que corresponden a las fuerzas policiales. La propuesta ha sido rechazada por partidos de oposición y grupos civiles que ven en la medida un camino para militarizar el combate a las drogas.

En esa línea de mantener a las corporaciones castrenses en las calles pareciera inclinarse la administración de Donald Trump, quien mediante su secretario de seguridad interna, John Kelly, ha hablado de una “colaboración y ayuda” militar en la que Washington diseñe y coordine la lucha contra las drogas en territorio mexicano con apoyo de las Secretarías de Defensa y Marina, en una alusión directa al Plan Colombia.