Trump pelea con agencias de inteligencia; Putin acecha

Donald Trump se encuentra en una guerra abierta con los servicios de inteligencia de Estados Unidos a menos de un mes de que asumiera la presidencia de ese país. El mandatario ha anunciado una depuración de esas agencias a raíz de que se filtraran las conversaciones que sostuvieron Michael Flynn y el embajador ruso Serguéi Kislyak, situación que llevó al asesor de Seguridad Nacional a dimitir.

“He llamado al Departamento de Justicia para que se dedique a [indagar sobre] estas filtraciones. Son actos criminales. Son [datos] filtrados por personas dentro de las agencias”, dijo Trump el mismo día en que el mandatario ruso, Vladimir Putin, abogó por el “restablecimiento del diálogo con los servicios secretos de EE.UU.” .

El diario The New York Times menciona que el encargado de llevar a cabo la amplia revisión de las agencias de inteligencia estadounidenses sería el empresario Stephen A. Feinberg, cofundador de Cerberus Capital Management y un personaje con estrechos vínculos con Stephen Bannon, estratega jefe del Sr. Trump y Jared Kushner, yerno del presidente.

Aunque no se ha dado a conocer de manera oficial, Feinberg recientemente dijo a los accionistas de su compañía que está en conversaciones para unirse a la administración de Trump, informó el Times. Esta designación, refiere la misma información, a causado que la comunidad de inteligencia tema por su independencia y por el flujo de información que contradice la visión del presidente.

The Wall Street Journal informó a su vez, durante las primeras horas de este jueves, que los servicios de inteligencia estadounidenses estarían privando de información a su máximo superior jerárquico, es decir el presidente de Estados Unidos, ante el temor de que filtre datos sensibles para la seguridad nacional.

Fuentes de inteligencia que pidieron no ser identificadas indicaron que a Trump se le estarían restringiendo detalles sobre fuentes y métodos de investigación, incluyendo las vías de obtención de información sobre gobiernos extranjeros. “Nada indica que esté teniendo un reporte adecuado de lo que se hace”, dijo una de las fuentes.

El medio especializado en negocios expone que aunque siempre ha ocurrido que los servicios de espionaje reserven parte de sus investigaciones en sus informes a la presidencia, esto no ocurre con la intención de asegurar a sus fuentes o de no dañar sus estrategias de inteligencia, ni por desconfianza hacia el líder del país, como sucedería con Trump.

Gran parte del temor existente en los integrantes de los servicios de inteligencia se debe a las muestras de simpatía que ha expresado Donald Trump hacia el presidente ruso Vladimir Putin, cabeza de un gobierno que históricamente ha sido contrario a las políticas estadounidenses.

Putin abogó este jueves por el “restablecimiento del diálogo con los servicios secretos de EE.UU. y otros países miembros de la OTAN” en nombre de los “intereses comunes” refiriéndose a la lucha contra el terrorismo. El jefe del Estado dijo durante un evento del Servicio Federal de Seguridad (FSB) que “la actividad de los servicios secretos extranjeros en Rusia no se ha reducido” y para ello indicó que en 2016 se había “atajado la actividad” de 53 espías profesionales y 386 agentes de servicios extranjeros.

Funcionarios de la Casa Blanca confirmaron que el exasesor de Trump, Michael Flynn discutió con el embajador ruso en Washington, Serguei Kislyak, sobre las sanciones de Estados Unidos a Rusia, el mismo día en que Obama anunciaba la expulsión de 35 diplomáticos rusos.

El diario The New York Times reveló a su vez miércoles, citando a cuatro funcionarios y exfuncionarios estadounidenses, que los servicios de inteligencia de Estados Unidos tenían registros de las conversaciones mantenidas el año pasado entre el equipo de campaña del republicano y altos responsables de la inteligencia rusa.

Sin embargo, el contenido de esas conversaciones no muestra indicios de que hubiera habido cooperación con los rusos de parte de los estadounidenses, según las fuentes del diario. No obstante, los servicios han manifestado ser cautelosos ante la información que pudiera llegar a las manos de Trump.