Los futbolistas profesionales tienen altas posibilidades de sufrir daños cerebrales que provoquen una demencia, según un estudio realizado en el Reino Unido y publicado este miércoles por la revista Acta Neuropathologica.
El estudio analizó los casos de 14 exfutbolistas, 13 de ellos profesionales, que comenzaron a jugar a fútbol y a golpear la pelota con la cabeza en su infancia y que fueron hospitalizados en Swansea (Gales) entre 1980 y 2010 con demencia.
La autopsia realizada a seis de ellos revela signos de Encefalopatía Traumática Crónica (ETC) en cuatro casos, una ratio mucho mayor que el 12 por ciento en el resto de la población.
La ETC solo puede diagnosticarse en un examen postmortem y hasta ahora solo se conocían unos pocos casos de exfutbolistas que hubiesen sufrido esta enfermedad neurodegenerativa.
El estudio no demuestra si los daños infligidos al cerebro son la consecuencia de golpear la pelota con la cabeza reiteradamente, choques entre jugadores o si están relacionados a otros factores.
Contrariamente a los boxeadores o a los jugadores de fútbol americano, los futbolistas raramente sufren golpes demasiado violentos en la cabeza que puedan provocar una pérdida de conocimiento, por lo que los daños estarían provocados por lo que los investigadores han calificado como “impactos repetitivos no conmocionales”.
El estudio precisa que los riesgos para los futbolistas ocasionales de sufrir esta patología cerebral son “extremadamente débiles”.
Numerosos exjugadores de primer nivel han contraído Alzheimer, entre ellos tres miembros de la selección inglesa campeona del mundo en 1966: Martin Peters, Nobby Stiles y Ray Wilson.
Mientras la Federación Inglesa apoya que se investigue, el exjefe médico de la FIFA Jiri Dvorak asegura que “hay muy pocas evidencias” de la relación del fútbol con la aparición de la demencia y traumas cerebrales.
En Estados Unidos, los niños practicantes de fútbol no pueden golpear la pelota con la cabeza hasta pasados los once años.
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Con información de AFP