Jared Kushner, yerno de Trump y cabildero de Videgaray

Jared Kushner es visto como un medio seguro para llegar a los oídos de Donald Trump. Con sus 36 años, el yerno del presidente estadounidense es el asesor más joven en la Casa Blanca y pese a ello y a su falta de experiencia política se ha vuelto el brazo diplomático de un magnate iracundo de 70 años que gobierna a los Estados Unidos desde su cuenta de Twitter.

Kushner, un judío ortodoxo que está casado con la hija mayor de Trump, Ivanka, con quien tiene tres hijos pequeños, fue clave en la victoria de noviembre pasado en gran parte por sus habilidades conciliadoras y su facilidad para moderar el discurso de su suegro, al menos así lo describen quienes han estado cerca del círculo cercano del presidente estadounidense.

Ferozmente leal y discreto, ha sido un gran aliado de Trump, y es uno de los asesores en los que el presidente electo más confía pese a su falta de experiencia política. Según el diario The New York Times, el equipo de transición de Trump habría pedido a los responsables del gobierno de Barack Obama que pasen por Kushner para todo tema de política exterior que pueda merecer la atención del nuevo presidente.

Trump dijo al Times en noviembre pasado que Kushner era tan talentoso que podría ayudar a “hacer la paz en el Medio Oriente” y que desempeñaría un papel central en las negociaciones con Israel. Jared, por su parte ha defendido repetidamente a Trump de acusaciones de antisemitismo.

Gran parte de estas dotes han sido confirmadas por la prensa estadounidense que la noche del jueves reportaron cómo la intervención de Jared fue clave para suavizar el discurso con el cual Donald Trump anunciaría la construcción del muro.

Tanto CBS News, como The Washington Post reportaron que el asesor presidencial se acercó al canciller, Luis Videgaray Caso, para mostrarle el discurso que el mandatario norteamericano leería tras firmar la orden ejecutiva que contempla la edificación de la valla fronteriza. Las mismas versiones refieren que ante las duras palabras que Trump pretendía lanzar contra los mexicanos, Jared logró que el diplomático mexicano fuera recibido en la oficina oval.

El resultado de la reunión entre Trump, Videgaray y Kushner fue un cambio en el discurso que sostendría las ya frágil relación diplomática entre México y Estados Unidos, un soporte que duró tan solo unas horas ante el intempestivo impulso de Trump de arremeter contra el gobierno mexicano que derivó en la cancelación del presidente Enrique Peña Nieto a México.

The Washington Post refiere que este rompimiento hizo hervir a Kushner de frustración. Pese a ello, el diario norteamericano menciona que las comunicaciones de fondo que mantuvo el yerno de Trump con México “lo revelan como casi un secretario de Estado sombra, que opera fuera de los límites del Departamento de Estado o del Consejo de Seguridad Nacional”.

El medio incluso refiere que su influencia se extiende a lo largo de las Américas, Europa, Oriente Medio y la región Asia-Pacífico. Algunos líderes internacionales consultados por el Post dijeron que al tratar con Kushner eran inicialmente escépticos pero lo encontraron “ser un buen oyente y intermediario cortés que rápidamente intuye el núcleo de sus asuntos y puede facilitar reuniones en toda la administración”.

“Todo el mundo está tratando de conocer a Jared Kushner”, dijo el embajador de un aliado estadounidense al Washington Post, quien habló bajo la condición de anonimato. La misma información habla de que incluso en el círculo íntimo de Trump, Kushner es apreciado por suavizar los movimientos más erráticos de su suegro.

En las conversaciones con México, la relación entre Kushner y Videgaray ha sido clave para acercar la agenda de México al despacho oval. Distintos reportes mencionan como ambos han forjado un vínculo personal. Esas mismas versiones refieren que fueron ambos quienes pactaron la visita en agosto pasado del entonces candidato Trump a México. Y aunque el resultado fue desastroso, llevando a Videgaray a operar oficialmente fuera del gabinete del presidente Peña Nieto, el contacto con Kushner no terminó y para algunos analistas fue determinante para que con la victoria de Trump, Luis Videgaray llegara a la cancilleria de México.

Kushner por su parte se ha informado sobre la historia de las relaciones entre Estados Unidos y México, y ha ofrecido a Trump una perspectiva diferente de la que él se ha formado sobre la base de su oposición a la inmigración ilegal y acuerdos comerciales que considera injustos para los trabajadores estadounidenses, reporta el Post. Sin embargo, hay límites para el joven consejero ante el impredecible carácter del presidente.

De momento, su influencia ya se ha extendido por la Casa Blanca. Por ejemplo, el secretario de Estado Rex Tillerson lo invitó a la reunión que sostuvo con Videgaray. Y mientras tanto, otros diplomáticos ya toman nota para acercarse a él.