La llegada de Luis Videgaray Caso a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) representa un intento desesperado por salvar lo poco que queda del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), considera Tony Payán, director del Centro de Estudios sobre México del Baker Institute for Public Policy de la Universidad de Rice de Estados Unidos.
“El mandato de Videgaray es un mandato de rescate. No es realmente un mandato de avanzar o adelantar la agenda de México en Washington. En ese sentido me parece que aunado a unas habilidades diplomático-políticas un tanto cortas es una misión que prácticamente me parece que va a ser imposible llevar a cabo”, explicó Payán en entrevista con Newsweek en Español.
El profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Texas en El Paso comentó que en México existe una ilusión de que Donald Trump es convencible, “de que se le puede persuadir, de cambiar su actitud hacia México y de alguna manera lograr que el TLCAN quede intacto”. No obstante, indicó que Videgaray llega a la cancillería mexicana en condiciones muy difíciles ya que el presidente electo de Estados Unidos no ha enfriado su discurso hacia México, lo cual dificultaría cualquier misión de rescate del Tratado de Libre Comercio.
“Trump no ha quitado el dedo en el renglón. No me parece que Videgaray en este momento, con los antecedentes que deja en la Secretaría de Hacienda, tenga un capital político muy amplio para hacer esto, pero el presidente Peña Nieto ya no tiene ases”, dijo.

Payán también señaló que no hay que subestimar lo que Trump pueda lograr, para ello explicó que el magnate republicano tiene dos instrumentos muy importantes: “uno es el garrote, el otro es la zanahoria”. Foto: AFP.
La política de Trump
Tony Payán comentó que para poder entender el impacto que pueda lograr Luis Videgaray desde la cancillería mexicana es necesario analizar a su contraparte estadounidense, que en este caso sería el departamento de Estado, y ver cuánto poder va a tener para servir de contrapeso burocrático a los planes diplomáticos que tenga Trump para con México.
“La verdad es que yo considero que el presidente electo Trump está más enfocado en reconcentrar poder político y diplomático en sus propias manos y en su equipo político dentro de la Casa Blanca. Yo no veo que el departamento de Estado vaya a tener ningún poder sobre el presidente. Yo creo que el presidente Trump es quien va a decir cuál va a hacer el comportamiento para con México, para con Rusia, China, Europa, Corea”, consideró.
Para él, lo único que puede alcanzar a hacer Videgaray desde la SRE es formular una serie de concesiones a Donald Trump en materia económica o aconsejar al presidente Peña Nieto en cuáles van a ser las concesiones. “Yo creo que no se trata de extraer absolutamente nada de Estados Unidos, se trata de rescatar lo poco que va a quedar del Tratado de Libre Comercio, lo poco que va a quedar de la relación con México”.
Payán también señaló que no hay que subestimar lo que Trump pueda lograr, para ello explicó que el magnate republicano tiene dos instrumentos muy importantes: “uno es el garrote, el otro es la zanahoria”.
En el caso de la fábrica de aire acondicionado Carrier que decidió mantener su producción en Indiana, el director del Centro de Estudios sobre México del Baker Institute for Public Policy refiere cómo Trump logró convencer a la empresa de quedarse mediante beneficios fiscales.
“Esa es la zanahoria que tiene Trump. El otro es el garrote, es decir castigar, tuitear, y por supuesto imponer un impuesto arancelario. Trump se va a mover con zanahorias y garrotes”, detalló.
Es en ese contexto que Payán considera que Luis Videgaray debe entender que Trump no opera a partir de una convicción ideológica de apertura, ni de un convencimiento de que existe una ventaja comparativa a una plataforma manufacturera norteamericana.
“Trump opera en base a un nacionalismo económico y el uso de las zanahorias y los garrotes se van a dar en base a la capacidad o la posibilidad de que Trump pueda salir a los medios de comunicación y reclamar el crédito por alguna otra empresa que se queda o no se queda en Estados Unidos en base a los incentivos tributarios, a la política fiscal, no necesariamente a un convencimiento ideológico de que la apertura es buena”, refirió.
Los retos para México
Payán considera que con anuncios como la cancelación de la planta que Ford Motor Company construiría en México aunado a su “política de zanahoria y garrote”, la administración de Peña Nieto puede enfrentar una fuga de capitales, más allá de las inversiones que dejarán de fluir.
“Si Trump jala el Tratado de Libre Comercio y no existe ese acceso a Estados Unidos entonces regresamos a las tarifas arancelarias que pudiera México disputar en la Organización Mundial de Comercio (OMC), pero mientras se dirime esta disputa sí puede imponer una tarifa y entonces las compañías japonesas, coreanas y europeas van a tener que decidir si permanecen en México y pagan la tarifa de exportación a Estados Unidos o sencillamente reubican su producción o por lo menos parte de su producción hacia Estados Unidos”, abundó.
En ese sentido, Tony Payán traduce los enormes retos que enfrentará México. “Si tienes una importante salida de capital, pues tienes una devaluación y luego tienes una presión inflacionaria y tienes una espiral que pudiera sumir a México en una recesión bastante profunda”.
“El mandato [de Videgaray] es rescatar lo que pueda rescatar, es salvar lo que pueda salvar y en ese sentido me parece que no hay tiempo suficiente, habilidades suficientes, un plan estratégico de México en estos momentos, ni tiempo de implementarlo, en caso de que existiera, para resistir el impacto que pudiera tener esta nueva política nacionalista económica en México. Yo pienso que va a ser un periodo de enorme frustración en diplomática política y una enorme incapacidad de la administración de Peña, de poder resarcir lo que Trump quiera hacer cuando lo quiera hacer”, opinó.

El grupo dentro de la administración de Peña Nieto que abogaba por una postura más dura, más clara, ante una administración de Trump perdió la lucha ante la administración de Peña. Foto: Cuartoscuro.
El triunfo del salinismo
Cuestionado sobre una posible fractura con un sector que ha sido identificado con Carlos Salinas tras la salida de la sobrina del expresidente, Claudia Ruiz Massieu, Payán dijo que la designación de Luis Videgaray le parece por el contrario un intento por rescatar “un poco de ese salinismo, de ese neoliberalismo, de esa plataforma norteamericana”.
“La designación de Videgaray a la SRE es el triunfo de ese grupo que quiere rescatar lo poco que haya que rescatar de esa dependencia de Estados Unidos y de la plataforma norteamericana”, comentó.
Para él, el grupo dentro de la administración de Peña Nieto que abogaba por una postura más dura, más clara, ante una administración de Trump perdió la lucha ante la administración de Peña.
“La acaba de ganar el grupo que todavía intenta rescatar los pocos hilos de salinismo que quedan en ese concepto que ellos llaman Norteamérica. La designación de Videgaray es la afirmación de que todavía el grupo salinista pretende entrar en una dinámica de establecer canales de comunicación con Trump para lograr rescatar precisamente el salinismo. Entonces, en ese sentido yo veo que ese grupo ganó”, dijo.