De acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Migración y las estadísticas de los departamentos de Seguridad Nacional e Inmigración, México ha deportado más centroamericanos que Estados Unidos en los últimos 10 años.
El 97% de las personas deportadas desde México son de origen centroamericano. México ha deportado 1,073,926 centroamericanos, y Estados Unidos a 850,396. Los tres países con mayor cantidad de migrantes deportados son Guatemala, Honduras y El Salvador, en ese lapso.
La Doctora en Antropología Cultural en la Universidad de California en Santa Cruz, Alejandra Castañeda, señala que en los últimos años el gobierno de México ha aplicado una política de frontera vertical. Es decir, a los migrantes centroamericanos no se les detiene en la frontera, sino que son deportados en su paso por el país.
Esta política se ha visto con mayor intensidad a partir de 2014. Durante ese año y 2015, la diferencia entre deportados centroamericanos es más evidente: México con 282,029 deportaciones y Estados Unidos con 199,889.
Los migrantes que buscan llegar a Estados Unidossufren los embates de esta política. Esto provoca una crisis en la frontera norte donde se estancan en su paso hacia Estados Unidos. “Ahí es dónde se tiene que aplicar políticas de atención humanitaria”, dice la antropóloga.
Este comportamiento del gobierno mexicano se puede explicar como una de las consecuencias del Programa Frontera Sur, —firmado por el poder ejecutivo— que desde julio de 2014 busca frenar la migración ilegal por la frontera de Chiapas, Tabasco, Campeche y Yucatán.
El Plan Frontera Sur busca reducir los índices de migración al impedir el uso del tren de carga conocido como “La Bestia” como medio de transporte, así como combatir la violencia de grupos del crimen organizado.
México posee una buena parte del juego de su lado: podría no ser tan duroen la aplicación de la vigilancia migratoria, y eso implicaría que mucha más gente estaría llegando hacia Estados Unidos.
“Cada que deporte gente de México hacia Centroamérica, está enviando personas a zonas de riesgo. Porque muchos vienen de situaciones de violencia, ahí está en riesgo su vida, es en donde México está violentando derechos humanos. Eso es lo que a mí me preocupa más; no tanto qué hace o qué no hace Estados Unidos”, dice Alejandra Castañeda.