Martín Orozco Sandoval rindió protesta como gobernador de Aguascalientes arropado por la plana mayor de su partido, pero en ausencia del mandatario saliente, Carlos Lozano y funcionarios de su administración.
Ricardo Anaya, presidente nacional del PAN; Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel, de la Comisión Permanente; la ex primera dama Margarita Zavala, diputados y senadores panistas y de otras fuerzas políticas estuvieron en la primera fila del evento en el Centro de Convenciones de Aguascalientes.
Tras recibir la administración a puerta cerrada en Palacio de Gobierno la madrugada de este jueves, Orozco Sandoval arrancó su mandato con un discurso en el que anunció proyectos de infraestructura industrial y de comunicaciones que se realizarían, dijo, en conjunto con gobernadores vecinos.
“El primer ferropuerto para hidrocarburos en el país, ubicado en el municipio de Cosío; el Centro de Logística para la Industria Automotriz, que incluye aduana interior, recinto fiscalizado y puerto seco; el Centro de Logística Agroindustrial y un Centro de Investigación para la Industria Lechera, que le daremos atención a toda la zona Centro-Bajío”, anunció el mandatario.
Entre los invitados especiales a su toma de protesta estuvieron los gobernadores panistas de Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Guanajuato y Tamaulipas. Pero también los mandatarios priistas de Campeche, San Luis Potosí y Zacatecas, así como el perredista Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán.
Orozco reconoció los avances en desarrollo económico, que fue la bandera del gobierno anterior. Sin embargo anticipó cambios en el modelo de desarrollo, que consideró “insuficiente e inequitativo”, pero sin dejar de apoyar a la industria automotriz.
Esa reestructura, dijo, abarca los sistemas de financiamiento y apoyos al campo, a la industria y al sector ciencia y tecnología.
Por otro lado, el panista se comprometió a gobernar con transparencia y combatir la corrupción. Para ello, llamó a los ciudadanos a denunciar actos ilícitos de funcionarios públicos.
Al concluir su mensaje, mantuvo la postura que expresó el miércoles al presentar a su gabinete central, sobre perseguir y castigar, sin ruido, actos de corrupción que encuentre en lo recibido de la administración pasada:
“No podemos regatear ni desconocer los logros de los últimos años. No nos gana la mezquindad y jamás desconoceremos la fortaleza institucional que tiene el estado en este momento (…) El pasado habla por resultados y el legado que deja. La historia lo juzgará, pero anclarnos o justificarnos en él, es algo que no haré (…) Estamos ante la oportunidad de restaurar la confianza en la autoridad, desterrando la corrupción y la impunidad. Nada más con eso, volvemos a lograr la confianza de todo nuestro México”.