El testimonio de violación de un antiguo futbolista profesional, destapó el problema que sufren centenas de menores dentro de los clubes de futbol británicos. Al menos 350 personas han denunciado que cuando eran niños fueron abusados sexualmente en estos centros.
Andy Woodward, exjugador en el Sheffield United, abrió el camino al explicar los abusos que sufrió de Barry Bennell, un ex entrenador de las categorías inferiores del Mánchester City, el Crewe Alexandra y el Stoke City.
Después de darse a conocer el caso, la Sociedad para la prevención de la crueldad con los niños (NSPCC), abrió una línea telefónica de denuncia para quienes sufrieron abusos. Durante sus primeras dos horas de apertura, recibieron 50 acusaciones contra entrenadores, ojeadores y otro personal de clubes.
Al respecto, el jefe de policía Simon Baley dijo que trabajan con la Federación de Futbol (FA) para responder al número creciente de víctimas.
Por otra parte, autoridades de futbol inglés investigan denuncias de que algunos clubes pagaron a las víctimas para que guardaran silencio.
Martin Gleen, director ejecutivo de la Asociación de Fútbol de Inglaterra dijo que iniciaron un operativo de pesquisa interna para revaluar las medidas que tomaron contra entrenadores en la década de los noventa.
Aseguró que se tomarán medidas contra cualquier club que “acallara” a las víctimas de abuso.
“Escuchar estos relatos ha sido realmente desgarrador. Lo importante para los próximas semanas es que investiguemos lo que ocurrió, que aprendamos del pasado”, dijo Glenn.
Este jueves la prensa inglesa cuestionó a Gleen sobre posibles encubrimientos de las autoridades de futbol en estos casos, a lo que dijo: “lo dudo”.