Evacuan Hospital La Raza por un enfermo intoxicado

El
conductor de un camión sentía náuseas, estaba deshidratado y tenía una fuerte
opresión del pecho; así llegó ayer en la mañana a un hospital de la Ciudad de
México al borde de la asfixia. No sabía que se había pasado entre 48 y 50 horas
respirando veneno.

El
chofer transportaba granos de café desde Tabasco, carga que estaba mezclada con
tres tabletas de un pesticida –fosfuro de aluminio– para combatir las plagas de
las semillas. La oxidación de la sustancia emitió un gas letal y ante el riesgo
de que afectara a los demás pacientes, el hospital fue evacuado. Por suerte, y
gracias a la oportuna medida, no ha habido más contaminados.

El
paciente ya se encuentra estable y fuera de peligro, la zona de urgencias del
hospital ha sido desinfectada para continuar con el servicio habitual.

A
las puertas del Hospital La Raza, la escena era más movida y activa que lo que
normalmente se registra. En las redes sociales comenzaron a circular las
primeras imágenes de un aparente caos: pacientes con la bolsa de suero y
mascarillas fuera de sus habitaciones. Lo que sucedió es que el protocolo del
hospital se activó poco después de comprobar que los síntomas del paciente, de 38
años, apuntaban a una intoxicación por fosfina y que el gas podía transmitirse
por el centro. El resultado: se aisló a 40 enfermos y 25 trabajadores del área.

“El
fosfuro de aluminio es muy tóxico pero además en contacto con la humedad de la
atmósfera libera fosfina, que es inflamable, puede llegar a explotar. Es
posible que la evacuación del hospital se diera porque igual traía la ropa
contaminada”, explica el doctor Benjamín Ruiz, profesor de Química Orgánica en
la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Ruiz
añade que el riesgo se produce cuando la sustancia no está debidamente cubierta,
“cuando le llueve o el conductor no está capacitado para usarla”. Agrega que el
chofer dormía en el camión, y es probable que lo hiciera sobre las tabletas de
fosfuro de aluminio, “esto pudo contaminar su ropa, además de inhalar la
fosfina, lo que le provocó la dificultad para respirar”.

El
fosfuro de aluminio es uno de los fumigantes más utilizados para combatir
plagas en los granos almacenados; también se utiliza para combatir insectos,
ácaros y roedores en bodegas, estructura y edificios. Es un potente veneno
respiratorio que puede causar la muerte en 6 horas si se encuentra en altas
concentraciones.

Algunos
informes sanitarios advierten que, en caso de exposición, después de unos días
se pueden presentar complicaciones como agua en los pulmones (edema pulmonar),
convulsiones y daños en el hígado y en los riñones.