La primera Conferencia Mundial de la ONU sobre
el Transporte Sostenible concluyó ayer domingo en Ashgabat, Turkmenistán: “Esta
reunión ha demostrado el papel facilitador que aportan las metas sobre el
transporte adoptadas en la nueva agenda para el desarrollo que abarcan desde
las carreteras, el ferrocarril y la aviación, hasta el transporte marítimo”,
dijo Wu Hongbo, Secretario General Adjunto de la ONU para Asuntos Económicos y
Sociales.
Los participantes coincidieron en que si no se
logra una transición efectiva y real hacia transporte sostenible, no se podrá
avanzar en la lucha contra el cambio climático ni en el logro de los objetivos
de desarrollo que se tienen contemplados al respecto.
Con relación al financiamiento para este tipo de
transporte, los delegados reiteraron las necesidades de apoyo de los países en
desarrollo. Bambang Susantono,
vicepresidente de Gestión del Conocimiento y Desarrollo Sostenible del Banco
Asiático de Desarrollo, recordó que el crecimiento demográfico previsto y la
creciente demanda de transporte implicarán inversiones masivas en nuevos
proyectos de transporte e infraestructura y el mantenimiento adecuado de los ya
existentes.
Susantono señaló que las necesidades de
transporte son aún mayores en los países que todavía no alcanzan el desarrollo
pleno, sin dejar de subrayar las oportunidades que surgen para crear modelos de
transporte más sostenibles justamente en esas regiones.
Estimó que hoy en día, las necesidades de
inversión en transporte se estiman entre uno y dos millones de millones de
dólares al año, y añadió que menos de 40 por ciento de las actuales
inversiones anuales es recibido por los países que realmente necesitan de esos
recursos.
Los participantes en la conferencia coincidieron
en que el desarrollo de marcos de financiamiento apropiados será un paso clave
en la alineación de diferentes fuentes de recursos para el transporte. Todo es
cuestión de dinero y la errática manera en que está distribuido.