El próximo 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Al respecto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hizo un llamado a la sociedad y a los gobiernos para la aplicación de una serie de “políticas holísticas integradas” que terminen con este tipo de prácticas.
Para ello, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), la Relatora especial sobre los Derechos de las Mujeres de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Relatora Especial sobre los Derechos de las mujeres en África, el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la cuestión de la discriminación contra la mujer en la legislación y en la práctica, el Comité de Expertos del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI), y el Grupo de Expertos en la lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica (GREVIO) – como mecanismos expertos claves a nivel mundial y regional en derechos de las mujeres -, hacen un llamado conjunto para intensificar los esfuerzos internacionales, regionales y nacionales para la prevención de los feminicidios y la violencia de género.
“La violencia contra la mujer tiene sus raíces en las desigualdades y la discriminación contra las mujeres, y su prevención y erradicación debe basarse en alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer”, dice un comunicado de la CIDH y añade que “la violencia contra la mujer, como forma de discriminación contra las mujeres y violación de los derechos humanos, está prohibida por los instrumentos internacionales de derechos humanos – tales como la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer – así como por tratados regionales como la Convención de Belém do Pará, el Protocolo de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos sobre los Derechos de las Mujeres en África (Protocolo de Maputo) y la Convención de Estambul”.
Todos estos organismos coinciden en que“los Estados deben, con carácter de urgencia y en colaboración con la sociedad civil y otras partes interesadas, intensificar sus esfuerzos para prevenir y erradicar los feminicidios, las violaciones y otras formas de violencia de género contra las mujeres y las niñas”.
Además, instaron a garantizar a “todas y cada una de las mujeres y niñas” una vida libre de violencia mediante la “aplicación de políticas holísticas integradas”.
Dichas políticas se agrupan en tres grupos: prevención, protección y enjuiciamiento.
La prevención, de acuerdo a la CIDH se trata de “respaldar, incorporar e implementar plenamente los tratados internacionales y regionales sobre los derechos de las mujeres y la violencia contra las mujeres”.
La protección, por su parte, “se refiere a proporcionar refugios y lugares seguros, centros de crisis, órdenes de protección y otros servicios para las mujeres y sus hijos sobrevivientes de la violencia. Además, integrar la perspectiva de género en el trabajo realizado por profesionales jurídicos y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que tratan asuntos relacionados con la violencia contra las mujeres”.
Finalmente, el enjuiciamiento es “incluir sanciones a los perpetradores y proporcionar indemnización y reparación a las víctimas y a sus familias”.
La Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la violencia contra la mujer, por su parte, propuso establecer un “Observatorio contra los Asesinatos de Mujeres por razones de género” y publicar cada 25 de noviembre el número de feminicidios o de asesinatos de mujeres por motivos de género, desagregado por edad y sexo de los autores, la relación entre el autor y la víctima(s), así como información sobre el enjuiciamiento y el castigo de los autores.
“Cada feminicidio debe ser examinado cuidadosamente para identificar cualquier falla en la protección, con el fin de mejorar y seguir desarrollando medidas preventivas. Adicionalmente, un ‘Observatorio contra los Feminicidios’, por su mera existencia, aumentaría la conciencia sobre el feminicidio y otras formas de violencia de género contra las mujeres, además de impulsar acciones para su prevención. Los Estados deberían intensificar sus esfuerzos para utilizar todos los instrumentos y mecanismos de expertos internacionales y regionales disponibles sobre los derechos humanos de las mujeres, para establecer sistemas eficaces que prevengan y pongan fin a la violencia contra las mujeres y las niñas”, dijo Dubravka Šimonović, Relatora Especial de la ONU sobre la violencia contra la Mujer, sus Causas y sus Consecuencias.