El papa Francisco extendió de forma indefinida la capacidad de los curas de absolver el “pecado del aborto”, una medida que había instaurado de manera temporal para el Jubileo de la Misericordia clausurado el domingo.
“Para que ningún obstáculo se interponga entre la petición de reconciliación y el perdón de Dios, de ahora en adelante concedo a todos los sacerdotes, en razón de su ministerio, la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado de aborto”, escribió el máximo pontífice en una carta apostólica, titulada “Misericordia y paz”.
El papa argentino explicó que el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente.
“Sin embargo, puedo y debo afirmar que no existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir, allí donde encuentra un corazón arrepentido”, agregó.
Francisco extiende así una disposición que había sido prevista únicamente para la duración del año jubilar.
Hasta ahora, solamente los obispos y algunos sacerdotes especialmente autorizados tenían la posibilidad de absolver a una mujer que hubiera abortado o a una persona que la hubiera ayudado.
“Por el bien pastoral de estos fieles, y confiando en la buena voluntad de sus sacerdotes, para que se pueda recuperar con la ayuda de Dios la plena comunión con la Iglesia Católica, establezco por decisión personal que esta facultad se extienda más allá del período jubilar, hasta nueva disposición”, escribió el papa.
El papa extiendió también la validez de las absoluciones concedidas por los sacerdotes integristas de la Hermandad Sacerdotal San Pío X, comunidad fundada por Marcel Lefebvre que rompió con la Iglesia en 1988.