Tras la fuga de tres presos del Centro de Readaptación Social (Cereso) de Pachuca el sábado pasado, la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH) solicitó la renuncia de Artemio Ramos Montaño y Antonio Díaz Hernández, quienes se desempeñaban como director y subdirector jurídico de penal, respectivamente.
Ambos funcionarios permanecían al frente del centro de reclusión desde el 3 de febrero de 2016, de donde se escaparon cuatro internos durante su gestión.
En un comunicado, la dependencia informó que funcionarios y personal de seguridad y custodia del Cereso permanecen sujetos a investigaciones por parte de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH), instancia que inició una carpeta de investigación (NUC-12-2016-11289).
A cargo del centro de reclusión capitalino quedó Cuauhtémoc Valdés Lugo, director general de Prevención y Reinserción Social en Hidalgo, en tanto se asigne a los responsables de dichas áreas.
Según la SSPH, permanece un operativo de búsqueda de los tres internos evadidos, “además de haberse solicitado la colaboración de entidades federativas de la región”.
Criterio publicó ayer que, de enero de 2015 al 6 de noviembre de 2016, ocho internos se han fugado de las cárceles estatales, derivado de siete intentos de evasión. Sólo dos han sido recapturados. Además, diez intentaron huir sin conseguirlo.
Algunos de los prófugos son acusados de delitos de alto impacto, como privación ilegal de la libertad y homicidio.
De los tres reos fugados la tarde del sábado pasado del Cereso de Pachuca, uno está sentenciado a 15 años por el delito de asalto agravado y robo; los otros dos enfrentan un procesado por secuestro, de acuerdo con las autoridades.
El 25 de febrero pasado, bajo la dirección jurídica de Ramos Montaño, de esa misma cárcel escapó un procesado por feminicidio, que ya fue recapturado.