El
virus de la inmunodeficiencia humana, VIH, causante del sida, fue reconocido en
California en 1983, la novedad de la más reciente investigación es que ni entró
por allí en el continente americano ni quien lo propagó fue el famoso ‘paciente
cero’, identificado en la literatura técnica y los medios como GaëtanDugas, asistente
de vuelo canadiense.
El
evolucionista Michael Worobey, de la Universidad de Arizona, y el historiador
de la salud pública Richard McKay, de la Universidad de Cambridge, lograron
reconstruir con una precisión sin precedentes el origen y la propagación del
virus en América. El VIH se originó en África en la primera mitad del siglo XX,
pero no llegó a la atención pública hasta que fue reconocido como causa del
sida en 1983.
La
innovadora investigación histórica y genómica revela que el virus saltó desde
Haití hasta Nueva York en 1970, y que esta ciudad fue el foco central desde el
que se propagó la epidemia por América; el virus original no era el que llevaba
Dugas.
La
reconstrucción de Worobey y McKay, que publican en la revista Nature, demuestra
que el virus llegó de África a El Caribe, probablemente a Haití, en los años 60;
que de allí saltó a Nueva York en 1970, a zonas cercanas como Pensilvania y
Nueva Jersey, y en el otro extremo de Estados Unidos, a Georgia a San Francisco
y el resto de California.
El
trabajo logra limpiar el nombre de Gaëtan Dugas, muerto de sida en 1984, año en
que un estudio de los centros de control de enfermedades (CDC) de Atlanta –publicado
en el American Journal of Medicine–,
rastreó muchas de las infecciones iniciales por VIH hasta Dugas, quien admitió
haber tenido unas dos mil relaciones con distintas personas homosexuales por
todo el mundo.
Su
trabajo de auxiliar de vuelo, unido a su promiscuidad, le convirtieron en un
buen candidato para ser el responsable de haber introducido el virus en América
desde África. Los investigadores del CDC incluyeron esta hipótesis en su
artículo de entonces; por fortuna no publicaron su nombre, lo identificaron
solo como “paciente 0”. El secreto solo duró tres años; el nombre de Dugas fue
publicado por Randy Shilts, reportero del San Francisco Chronicle.
Había
además otro error de interpretación: el “0” en la publicación original de los
CDC del famoso paciente cero, no era. Era una “O”, que quería decir Outside of California (fuera de
California). Un desastre en equipo. “No hay evidencias ni biológicas ni
históricas que apoyen la extendida creencia de que (Dugas) fuera la causa
primaria de la epidemia de VIH en Norteamérica”, asegura Worobey.
Lo que
sí es bastante probable es que Dugas haya contribuido a propagar el virus por
el continente, pero no fue quien lo trajo desde África. El análisis evolutivo
de Worobey y McKay demuestra por encima de toda duda razonable que el virus de
las muestras de Dugas es de tipo “tardío”,
muy distinto de los primeros que entraron en Nueva York desde el Caribe. Dugas
fue una más de las personas que se contagiaron en Nueva York o Georgia a
mediados de los 70. Nadie sabe quién fue el paciente cero.