Las compañías tabacaleras
quieren venderle cigarrillos, hoy, mañana y en el futuro próximo. Ya sea que
esté en el mostrador de tabacos o fuera con sus amigos, los deslumbrantes
empaques de cigarrillos son una parte en verdad importante de su táctica de
ventas. Las compañías tabacaleras están conscientes de esto. Por ello es que se
oponen tanto a poner sus cigarrillos en empaques lisos.
Pero no son sólo las compañías
tabacaleras las que están en contra del empaque liso. En el Reino Unido, donde
el empaque liso se introdujo en 2016, las asociaciones comerciales, los grupos
de expertos y los grupos de la sociedad civil hicieron campaña públicamente en
contra de la política, y los académicos, consultores de investigación y
relaciones públicas y las firmas de abogados han escrito de diferentes maneras
reportes prolongados y cabildeado con el gobierno.
Pero ¿por qué estas
organizaciones cabildean en contra del empaque liso? Al mirar estos grupos de
oposición, nuestra investigación reciente da una respuesta clara. Quienes se
oponen al empaque liso tienden a tener nexos con la industria tabacalera. Tanto
así que tres cuartas partes de las organizaciones identificadas en nuestro
estudio tenían nexos financieros con compañías tabacaleras.
Tal vez no deberíamos
sorprendernos. Décadas de investigación en la actividad política de la
industria tabacalera ha demostrado que “terceros” son usados para hacer campaña
en contra de las políticas de control al tabaco. Los promotores de la salud
están conscientes de esto. En 2005, el Marco del Convenio de Control al Tabaco
de la Organización Mundial de la Salud comprometió a los países que firmaron el
convenio a proteger la política del tabaco de cualquier interferencia de la
industria tabacalera y, crucialmente, los grupos vinculados a ella. En
respuesta, en 2011, el gobierno del Reino Unido se comprometió a publicar
detalles de cualesquiera reuniones políticas con compañías tabacaleras y el
Departamento de Salud rutinariamente solicita que se revelen lo nexos con la
industria tabacalera. Todo bien hasta ahora. Al comportarse así, el Reino Unido
sienta un ejemplo fuerte.

GRÁFICA 1
Oposición al empaque liso, Reino Unido, 2011-2013
· Ninguna/Desconocida (12.3%)
· Organizaciones no financieras con compañías tabacaleras (23.6%)
· Organizaciones no financieras con compañías tabacaleras (244.6%)
· Compañías empacadoras (11.3%)
· Compañías tabacaleras transnacionales (114.28%)
Interferencia
de terceros
Pero nuestra investigación
muestra cómo la intervención de “terceros” a las políticas de control de tabaco
amplía la interferencia de la industria tabacalera más allá del ámbito gubernamental.
En un período de tres años, que incluyó la consulta gubernamental de 2012 sobre
el empaque liso, 88 por ciento de la investigación y 78 por ciento de las
comunicaciones públicas que se oponen al empaque liso fueron llevados a cabo
por organizaciones con nexos financieros con las compañías tabacaleras (ver
figura 1). Y las campañas públicas y de menudeo financiadas por compañías
tabacaleras para movilizar la oposición al empaque liso generaron 98 por ciento
de las más de 420,000 postales negativas y petitorios de la consulta.
De esta manera, las maneras y
los argumentos que provienen de compañías tabacaleras y su investigación se
filtran a los espacios públicos. Una vez allí, pueden influir en el ánimo
público y político en cuanto a las políticas de control del tabaco que salvan
vidas y crean una impresión engañosa de oposición diversa y amplia. Esto es
conocido en el mundo de las ciencias políticas como “expansión de conflicto”. Y
los efectos potenciales son significativos. Cuando son amplias, las actividades
de estos “terceros” pueden trabajar para retrasar e incluso evitar políticas:
se requirió de cuatro años para pasar de la consulta a la implementación en el
Reino Unido.
Esto no sería tan serio si las
organizaciones y compañías tabacaleras fueran abiertas en lo tocante a sus
relaciones. Pero, en muchos casos, los nexos no eran fáciles de detectar por el
equipo investigador. De 150 ejemplos de comunicaciones públicas, menos del 20
por ciento aceptó explícitamente las conexiones con la industria tabacalera. Y
aun cuando académicos y consultores de investigación tendían a reportar
claramente sus fuentes de financiamiento, los “terceros” quienes promovían su
investigación en comunicados de prensa, noticias y cartas al gobierno, frecuentemente
no lo hacían.
Si fueran abiertas en lo
tocante a sus relaciones financieras con compañías tabacaleras, las
organizaciones comerciales y de la sociedad civil les darían al público, los
políticos y funcionarios la oportunidad de escrutar sus argumentos y evidencia en
contexto. En el caso del empaque liso, una falta de apertura enmascaró estos
nexos y dio credibilidad a las afirmaciones de que la política carecía de
evidencia y aumentaría el comercio de cigarrillos ilícitos, afirmaciones que se
ha demostrado que eran infundadas tanto por la investigación evaluada por pares
y por la Suprema Corte de Gran Bretaña. Ahora, conforme más países introducen
el empaque sencillo, la transparencia de los “terceros” sigue siendo un
problema.
Con el fin de ayudar a los
países a protegerse de la interferencia de la industria tabacalera, se puede
hacer consciencia sobre los efectos de sus actividades en debates públicos y
políticos. Y se pueden tomar medidas para hacer más claras las relaciones
compañías tabacaleras. Un registro obligatorio de la membresía de las compañías
tabacaleras, su actividades políticas y gasto asociado serían aun fuerte
primera medida.
Hay un fuerte compromiso
mundial de abordar el problema de la interferencia de la industria del tabaco.
Las partes del marco del convenio se reunirán en India en noviembre en medio de
preocupaciones por este asunto, y el mensaje de parte de la OMS a la industria
tabacalera es claro: “El mundo entiende quiénes son ustedes y qué hacen, y está
determinado a terminar con la plaga mundial que ustedes hacen mucho por
propagar”.
Jenny
Hatchard es una científica política de la Universidad de Bath.
Este
artículo se publicó originalmente en The Conversation.
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Publicado en colaboración con Newsweek / Published in colaboration with Newsweek