Se trata de una especie considerada en peligro de
extinción, que sólo se encuentra cerca del lago Titicaca que comparten Perú y
Bolivia, ubicado a unos 3 mil 200 metros de altura. El Servicio Nacional Forestal y
de la Fauna Silvestre de Perú (Serfor) informó este lunes que está investigando
cómo miles de ranas gigantes (Telmatobius
spp) aparecieron sin vida en un afluente del Titicaca, en el sur del país.
“Los especialistas de la Serfor analizaron los
especímenes muertos a lo largo del río Coata, en la zona de amortiguamiento de
la Reserva Nacional del Titicaca; recorrieron dos puntos de muestreo, en los
cuales se pudo encontrar especímenes muertos en ambas orillas del río, en el
sector Jaruna e Islapata, en el distrito de Coata”, señala el informe generado
por la entidad ambiental.
“Con base en declaraciones de los pobladores y a las
muestras halladas días después del incidente, se presume que más de 10 mil
ranas fueron afectadas en una
distancia de alrededor de 50 Kilómetros, desde el puente Ccacachi hasta la
desembocadura en el Lago Titicaca”, agrega el documento.
El Comité en Contra de la Polución del río Coata dijo
a la agencia de noticias AFP que las autoridades peruanas habían fallado en
buscar soluciones para la contaminación del afluente.
En un acto de reclamo, militantes del Comité llevaron
100 ranas muertas a la plaza central de la ciudad más cercana, Puno. “Me tocó
traer las ranas muertas para que nos creyeran; el gobierno no sabe cómo estamos
viviendo, desconoce el nivel de contaminación que tiene el río. La situación se está saliendo de control”,
explicó Maruja Inquilla, líder del Comité.
La rana gigante del Titicaca tiene enormes pliegues de
piel que incrementan el volumen de su cuerpo y le ayudan a absorber más oxígeno
del aire circundante. De acuerdo a lo señalado por los líderes ambientales, la
rana se encuentra en peligro de extinción porque ha sido cazado en exceso para
consumo humano, y también porque ha perdido territorios de su hábitat natural.