Cuando Samsung lanzó por primera vez el Galaxy Note 7, éste fue anunciado como el mejor teléfono inteligente que la empresa surcoreana hubiera creado jamás. Algunas personas incluso llegaron a afirmar que era el mejor teléfono inteligente jamás creado.
Menos de un mes después de su lanzamiento, todos estos elogios se convirtieron, literalmente, en humo, conforme comenzaron a surgir informes de teléfonos que explotaban.
Pronto se solicitó a los compradores de todo el mundo que devolvieran sus teléfonos, tras lo cual surgieron noticias de que Samsung “ajustaría su producción”. En una declaración emitida este martes 11 de octubre, Samsung admitió finalmente su completa derrota y dijo que detendría “permanentemente” la producción del Galaxy Note 7.
Un vocero afirmó: “Al poner la seguridad de nuestros clientes como nuestra principal prioridad, hemos tomado la decisión final de detener la producción del Galaxy Note 7.”
Entonces, ¿cuánto le costará esto al gigante de los productos electrónicos? Analistas de Credit Suisse pronostican que Samsung podría perder cerca de 17 mil millones de dólares (14 mil millones de libras esterlinas) en ingresos si detiene la producción y venta del dispositivo.
El martes, antes de que Samsung anunciara que detendría permanentemente la producción del Galaxy Note 7, las acciones de la empresa ya habían caído 8 por ciento, borrando en efecto 19 mil millones de dólares del valor de Samsung. Por si las cosas no fueran lo suficientemente malas para Samsung, el precio por acción de Apple aumentó 2 por ciento.
Más allá de este golpe inicial, es probable que el daño a largo plazo para la reputación de marca de Samsung continúe percibiéndose durante meses, y posiblemente años por venir.
Según una reciente encuesta realizada entre consumidores por la empresa Branding Brands, 34 por ciento de los consumidores actuales de Samsung no comprarán otro teléfono inteligente de esa marca.
De aquellas personas que dijeron que cambiarían de empresa, más de un tercio dijo que adquiriría un teléfono de Apple, el principal antagonista de Samsung.
La encuesta realizada entre 1000 propietarios de teléfonos inteligentes de Samsung se realizó tras el retiro inicial del Galaxy Note 7, pero antes de que Samsung anunciara la detención total de la producción del dispositivo debido a preocupaciones de seguridad, lo cual sugiere que el éxodo podría ser aún más grave.
“El impacto a largo plazo del fracaso de un teléfono insignia será muy importante”, dijo Vijay Michalik, analista de Frost and Sullivan, una empresa de investigación de mercados, en una declaración enviada a Newsweek por correo electrónico.
“Samsung enfrentará una dura batalla para redimir la dañada imagen de la empresa debido a la naturaleza riesgosa y dramática de la falla del teléfono “.