Fotos en las que una mujer con un pañuelo en la cabeza levanta su túnica ante policías reavivaron la polémica sobre la prohibición del burkini en algunas playas francesas, llevando a la más alta instancia administrativa de ese país a pronunciarse este viernes sobre la medida
El caso fue estudiado este jueves por el Consejo de Estado, que anunció que emitirá su dictamen el viernes a las 15:00 horas locales, tras el recurso de varias organizaciones que presentaron el caso la mujer musulmana que fue multada por portar un simple pañuelo en la cabeza..
Los tres jueces que componen el organismo deben pronunciarse en medio de un tenso debate sobre el lugar del islam en Francia, y fijar un marco legal sobre el uso de esta prenda.
Ante las divisiones, el presidente François Hollande llamó este jueves a no ceder a la “provocación” ni a la “estigmatización”, sin pronunciarse sobre los textos de los decretos locales sobre elburkini.
El primer ministro Manuel Valls, que sí apoyó públicamente a los alcaldes que habían prohibido elburkini en nombre de la preservación del orden público, había declarado el jueves por la mañana que “todo lo que pueda presentarse como una estigmatización, una voluntad de ir contra el islam, es evidentemente condenable”.
“No estamos en guerra contra el islam”, insistió Valls, señalando que la República “protegerá” a los musulmanes “contra las discriminaciones” que puedan sufrir. Pese a ello, consideró que “elburkini es un símbolo de proselitismo religioso que encierra a la mujer”.
Todo lo que pueda significar humillación para los musulmanes es “pan bendito” para los yihadistas: la inquietud aumentaba en Francia ante las disposiciones promulgadas por ciertas ciudades del litoral marítimo del Mediterráneo francés, la elegante Costa Azul, en nombre de la lucha contra el proselitismo fundamentalista.
Las imágenes de ese control policial en una playa de Niza han levantado indignación en las redes sociales y relanzado la polémica sobre la prohibición delburkini en varias playas.
El ahora célebre bañador para mujeres musulmanas, que cubre todo el cuerpo, excepto cara, manos y pies, ha abierto un encendido debate no sólo en Francia, sino también en el en el extranjero.
El martes de noche, el diario británico Daily Mail publicó en su página web una serie de fotos -sin lugar ni fecha- en las que se ve a policías realizando un control a una mujer que descansaba en una playa de el Paseo de los Ingleses de Niza, lugar donde fue perpetrado el atentado yihadista del 14 de julio que dejó 86 muertos.
La mujer se retiró del lugar bajo la mirada de los policías, sin que quedase claro si lo hizo por orden de los agentes o por su propia iniciativa.
El alcalde de Niza, contactado por la agencia internacional AFP, no dio en lo inmediato detalles sobre las circunstancias de este control policial. Pero confirmó que unas 15 mujeres han sido multadas desde principios de semana en las playas de la ciudad debido a la vestimenta que llevaban.
Una madre de familia que fue multada el pasado 16 de agosto porque llevaba un velo, un pantalón y una túnica en una playa de Cannes, anunció el martes que impugnará la multa.
“Quieren quitarle su ropa. ¡Que se quiten sus uniformes! Policía de la vergüenza”, reaccionó Marwan Muhammad, presidente del Colectivo contra la islamofobia en Francia (CCIF).
“Pregunta del día: ¿Cuántos policías armados se necesitan para obligar a una mujer a quitarse su ropa en público?”, escribió, indignado, en Twitter el director de comunicación de Europa de Human Rights Watch (HRW), Andrew Stroehlein.
“Es un nuevo fascismo, una nueva Francia… Horrible”, tuiteó la militante tunecina Amira Yahyaoui.
En Francia vive la principal comunidad musulmana de Europa (5 millones de personas), por lo que el debate público ha tomado una amplia dimensión.