El papel de Luis Guerrero, en la cinta Juego de héroes, permitió a Sebastián Zurita cumplir uno de sus sueños frustrados: ser futbolista profesional.
“Como actor buscas hacer personajes que te diviertan, y ser futbolista es un sueño frustrado de muchos, fue mío y es un gusto participar en un proyecto como este”, comentó el protagonista de la cinta rodada en Pachuca y Real del Monte, la cual tiene un valor especial para Zurita.
“Siempre buscas películas que te dejen algo en lo profesional, pero también en lo personal y Juego de héroes te deja un mensaje sobre los valores y cosas como la amistad y la superación personal”, expresó el hijo de Humberto Zurita y Christian Bach, a quienes llamó “mis primeros héroes”.
Además, valoró el hecho de compartir escenas con Francisco Villalvazo, conocido como Frank entre el personal del Club Pachuca, quien padece una discapacidad e interpreta a Carlitos en la película, pues dijo “es una persona muy especial”.
Sobre la experiencia de entrenar junto a los jugadores de los Tuzos para grabar diversas escenas del filme, Zurita puntualizó que fue divertido pero complicado a la vez: “Fue lo más divertido del planeta, estuve mes y medio en Pachuca y me divertí como enano, fue mucho trabajo porque estar en el nivel físico que tienen ellos es muy difícil pero es parte del trabajo de actor hacer cosas ajenas a lo suyo”, concluyó.
Para poder dar vida a Luis, el delantero estrella del equipo, Sebastián Zurita tuvo que hacer frente a sesiones intensivas de preparación. “Durante mes y medio entrené como si fuera refuerzo del equipo para alcanzar el nivel de un jugador profesional”, platicó el actor.
“Lo más importante era que el personaje fuera verosímil, que se notara que había recibido la preparación necesaria”.
Durante su paso por la alfombra roja de la premier, en el auditorio Gota de Plata en Pachuca, su protagonista, Sebastián Zurita, compartió que se inspiró en el futbolista Cristiano Ronaldo, para dar vida a su personaje, Luis Guerrero. Esta cinta se estrenará el próximo 26 de agosto y marca el debut de Pedro Álvarez Tostado como director, quien reveló que el guión lo preparó a partir de momentos personales de su vida.