Científicos españoles desarrollaron un tratamiento a
partir de células madre procedentes de la grasa de personas sanas, que pasó con
éxito las diferentes etapas para que un ensayo clínico sea aprobado por la ley
correspondiente. El fármaco es fruto de 14 años de investigación de varias
entidades públicas y privadas españolas.
Los especialistas señalan que en todas las
investigaciones se debe establecer el peor escenario posible porque si el
tratamiento funciona en condiciones extremas, es más fácil que funcione en
circunstancias más leves. Eligieron pues las fístulas perianales producidas por
la enfermedad de Crohn por la contaminación, la suciedad y la humedad del sitio
donde se encuentran: en el ano. Heridas de difícil cicatrización a todas luces.
Si además se suma que la enfermedad de Crohn es
autoinmune, el tema se complica aún más. No hay registros de cuántos pacientes
existen en el mundo, los datos más fiables estiman que afecta a 201 personas de
cada 100 mil habitantes en Estados Unidos. Cada año se dan entre 3 y 15 casos
nuevos por cada 100 mil habitantes. En España la incidencia es menor; se
calcula que cada año se diagnostican entre uno y 6 por cada 100 mil habitantes,
según Héctor Guadalajara, cirujano digestivo, y parte del equipo.
El hallazgo de los médicos españoles se refiere a la
terapia celular alogénica –es decir, las células no son del paciente– que
alcanza la categoría de medicamento. ‘Hasta ahora, todo han sido tratamientos
experimentales; con este ya está demostrado científicamente que funciona’,
explica Damián García Olmo, jefe de la rama quirúrgica de la investigación.
Elencargado de dirigir la parte clínica, el gastroenterólogo Julià Panés,
dice quela causa exacta de la enfermedad de
Crohn se desconoce: “es una afección que se presenta cuando el sistema
inmunitario del propio cuerpo ataca por error y destruye el tejido corporal
sano”.
La nueva terapia celular ayuda a cerrar las fístulas perianales
que desarrollan 40% de los que padecen esta enfermedad, y que requieren
cirugía. “La mayor parte de los fracasos se deben a una mala cicatrización”,
cuenta Héctor Guadalajara.
El nuevo tratamiento celular simplifica mucho el
procedimiento: la operación consiste en aplicar células madre directamente en
la apertura de la fístula y sellar la zona con un punto. Como la cicatrización
es un proceso celular, el tratamiento ayuda a cerrar la herida más rápido, y al
tratarse de un medicamento vivo, los efectos son duraderos en el largo plazo.
El biólogo Mariano García Arranz, número dos de García
Olmo, aclara que a pesar de que la investigación se haya centrado en ello, el
proyecto busca ir mucho más allá. “Ahora que hemos consolidado esto, se abren otras
vías de investigación”.
El equipo ya está trabajando en otros 13 ensayos de
diferentes patologías. Dicen con entusiasmo que el mismo tratamiento se podría
utilizar para cerrar cualquier herida de difícil cicatrización, ‘como las de
pacientes quemados, de enfermedades vasculares: allá donde haya una herida, el
tratamiento puede servir, y el trabajo del cirujano, a grandes rasgos, es hacer
heridas que el propio organismo del paciente debe cicatrizar’.
García Olmo reconoce la enorme satisfacción que le
produce dar esta noticia: “Casi todo el proyecto se ha financiado con fondos
públicos y lo mejor que podemos hacer es devolvérselo a la gente. Y que todos
sepan que trabajamos por curarles”. El equipo estima que el tratamiento estará
disponible en los quirófanos de los hospitales a partir de mediados de 2017.