Los encendidos más memorables del pebetero olímpico

En 1928, sin relevos de por medio, fue un
empleado de una compañía de gas local quien encendió el pebetero.

En 1936, en Berlín, iniciaron los relevos
de la Antorcha Olímpica, al final Fritz Schilgen tuvo el honor de prender el
pebetero.

John Marks fue el último relevo de Londres
1948, primeros Juegos después de la Segunda Guerra Mundial, años después en
Roma 1960, Giancarlo Peris culminó el primer relevo que se transmitió por
televisión.

Enriqueta Basilio fue la primera mujer que
encendió un pebetero olímpico en México 1968, en Seúl Chung Sunman, Kim Wontak
y Sohn Mi-Chung tuvieron el honor, para dejarle todo listo a uno de los
encendidos más memorables de todos los tiempos.

En Barcelona 1992, Antoni Rebollo, ex
arquero paralímpico disparó una tremenda flecha que cayó en el pebetero de
Montjuic, para inaugurar los juegos.

Para Atlanta 1996, Muhammad Ali recorrió el
tartán del Estadio Olímpico Centenario, para vencer por algunos instantes al
mal de Parkinson que ya lo aquejaba, un momento muy llamativo.

Caty Freeman encendió el pebetero del nuevo
siglo en Sidney 2000 en una ceremonia llena de tecnología. En Atenas 2004, el
regatista Nikolaos Kaklamanakis salió de entre los aros olímpicos para entrar
en los libros de historia olímpicos.

Li Niang, gimnasta chino, recorrió todo lo
alto del Estadio Nido de Pájaro para terminar una de las ceremonias más
espectaculares, la de Beijing 2008.

Finalmente, en un encendido compartido,
Londres 2012 coronó un último relevo que también fue memorable, en el que
participaron David Beckham, James Bond y la Reina Isabel II.