El terrorismo y la tecnología harán que unirse a una multitud sea tan anticuado y peligroso como pelearse a golpes o tener sexo por primera vez en su noche de bodas. Para ser claros, hablamos de multitudes reales, cuando cientos o miles de personas convergen en un lugar para divertirse o decir algo importante.
Pero si las multitudes terminan en el bote de basura con las cafeteras de filtro, los pañales de tela y las envolturas de dulces, sucederá porque el riesgo y el costo de unirse a una nos están obligando a considerar alternativas. Y ese momento es inminente. Las multitudes pronto serán remplazadas por lo que podría llamarse multitudes distribuidas.
Las tecnologías emergentes de realidad virtual y aumentada harán eso posible, a la manera en que las grandes pantallas de televisión y las películas transmitidas en línea han posibilitado el disfrutar filmes sin nunca ir a un cine.
En la mayoría del mundo, las muertes por guerra están en mínimos históricos, pero cada vez más parece como si la batalla viniera hacia nosotros, y las multitudes son un objetivo preferido. El terrorismo y la propagación de asesinatos masivos al azar están aumentando el riesgo percibido de unirse a una multitud. Cuando miles se reunieron para ver los fuegos artificiales el Día de la Bastilla en Niza, Francia, un loco solitario se abrió paso con un camión y mató a 84 personas. En Orlando, Florida, cientos bailaban en un centro nocturno cuando otro loco abrió fuego con armas automáticas y asesinó a 49 personas. Este tipo de noticias parece incesante, y los objetivos podrían estar en cualquier parte, ya sea algo de tan alto perfil como la Víspera de Año Nuevo en Times Square, Nueva York, o solo un concierto o un evento deportivo o una plaza comercial o un desfile en una ciudad pequeña. Mientras las autoridades insisten en aumentar la seguridad mediante montar paradas de seguridad, controles de carretera y detectores de metal, estos hacen que unirse a una multitud consuma tiempo y sea difícil, todavía más razones para mantenerse alejado.
Si tales tendencias continúan —y no hay razón para pensar que no lo harán— más gente empezará a evitar las multitudes. Aquí es donde entra la tecnología. Hace poco, la realidad virtual (RV) y la realidad aumentada eran cosa de las películas de Viaje a las estrellas y los más ñoños entre los geeks. Pero Oculus Rift lanzó su primer visor de RV en marzo. Por primera vez, la RV fue lo bastante buena para hacerte sentir como si estuvieras en otro lugar, como en una tundra congelada o a bordo de una nave espacial. Una aventura de Oculus todavía se ve como un videojuego, pero los tecnólogos pueden ver un camino hacia mundos virtuales realistas. Ahora el dinero y el talento se abalanzan sobre la RV. Según un cálculo, las compañías incipientes e importantes como Facebook, Microsoft, HTC y Google han gastado más de 2000 millones de dólares desarrollando la RV el año pasado, y los avances llegan con rapidez. “Lo que yo pensaba que nos tomaría diez años se condensó en algo así como uno o dos”, dice Eugene Chung, quien dejó Oculus para lanzar la compañía incipiente de RV Penrose Studios.
He hablado con dueños de equipos deportivos quienes piensan que este es el futuro de los deportes profesionales. Ponte un visor y ve un juego de béisbol desde el banquillo. Mueve los ojos o la cabeza para seguir la acción, y te parecerá poco diferente que la vida real, excepto que esa cerveza fría no te costará 100 pesos. Si pudieras ver un juego de esa manera, ¿para qué ir al estadio a sentarte en asientos alejadísimos en un día con 35 grados?
Imagina versiones en RV de un concierto de Kendrick Lamar o los fuegos artificiales del Día de la Bastilla. Y hay un elemento social que viene en la RV. Pronto mirarás a tu alrededor y verás a otras personas en el mismo evento y serás capaz de hablar con ellas. La experiencia compartida vendrá a ti en lugar de que tú vayas a ella. En vez de preguntarte si un gatillero loco está cerca de ti, tendrás que preocuparte de no tropezar con tu gato.
Algunos creen que la realidad aumentada (RA) tendrá un impacto aún mayor. La RA mezcla su mundo real con imágenes virtuales o información. Pokémon Go es una versión burda de RA, pero está introduciendo a millones en el concepto. El juego, jugado en un teléfono inteligente, coloca personajes de Pokémon en escenarios del mundo real, por lo que tú podrías mirar tu pantalla y ver un Squirtle en la alberca de un hotel cercano. La RA en verdad asombrosa vendrá de compañías como Magic Leap. Su tecnología es cómo tú con el tiempo te sentarás en una mesa de conferencias, te pondrás un par de lentes de RA y tendrás una reunión con versiones de cuerpo completo y hermosamente reproducidas de tus colegas de todo el mundo mientras ellos parecen estar sentados en las otras sillas fingiendo prestar atención mientras mandan mensajes bajo la mesa, al igual que en la vida real.
La RV y la RA pueden cambiar la naturaleza de las protestas. En 1989, miles se reunieron en la Plaza Tiananmen de Pekín para protestar por el gobierno autoritario. Aun cuando esa cantidad de gente captó la atención del mundo, también hizo de los manifestantes un blanco fácil y concentrado cuando las tropas chinas avanzaron. Con la RA, millones de personas —solas o en grupos pequeños— podrían ir a las plazas de sus ciudades al mismo tiempo y a través de la RA ver e interactuar con multitudes de otros que parecen estar en el mismo lugar. Simpatizantes de todo el planeta podrían estar con ellos. La multitud podría ser gigantesca, pero distribuida de tal manera que ningún ataque frontal podría derribarla.
¿Una multitud virtual tendría el mismo grado de impacto emocional y político? Algunos expertos piensan que sí, porque la clave de un evento semejante no es ocupar un espacio, sino unir pasiones y llamar la atención. Todo lo que se requiere, escribió Robert Kaplan en Global Affairs, es “el conocimiento de que no estás solo contra un régimen odiado”. Ello trae un “aumento en la moral que, a su vez, trae consigo el valor y una sensación de empoderamiento. Dentro de una multitud estás protegido, pues tus pasiones son las de la persona junto a ti, y la siguiente, todas fluyendo juntas”. La persona junto a ti tiene que ser capaz de conectarse contigo como él o ella lo haría en un escenario real, pero si la tecnología hace funcionar eso, entonces podría no haber razón alguna para que los manifestantes tengan que estar físicamente en el mismo lugar.
Por supuesto, si las multitudes se vuelven obsoletas, esto presentará retos al mundo físico. ¿Los deportes serían los mismos si los equipos jugaran en estadios vacíos, con todos los fans viéndolos virtualmente? ¿Qué hay de la función de lazo de las multitudes en las ciudades? Ir a los fuegos artificiales de Niza desde hace mucho ha ayudado a los residentes a sentirse parte de su comunidad y país. Ese tipo de lazo es el papel crucial de eventos en ciudades de todo el mundo. Es difícil ver cómo los organizadores del Festival de Testículos en Clinton, Montana se las arreglarán para celebrar su carrera Ropa Interior 500 en RV.
Pero por otro lado, hay más posibilidades de que me una a su diversión si así lo hacen.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek