Brasileños salen a las calles al grito de “No a las Olimpiadas” y “Fuera Temer”

Uno de los días más esperados por miles de atletas de todo el mundo por fin llegó. Esta noche tendrá lugar la inauguración de los primeros Juegos Olímpicos sudamericanos. Sin embargo, no todo en Río de Janeiro es celebración. Miles de manifestantes hicieron saber al mundo su inconformidad contra el gobierno de Michel Temer, a quien acusan de golpista tras la suspensión en contra de la presidenta Dilma Rousseff, quien ya ha informado que no estará presente en la gala olímpica.

“No a las Olimpiadas”, “Fuera Temer”, “Fuera todos”, “Golpista”, “El golpe enBrasil elimina el espíritu olímpico”, se leía en algunos de los carteles que portaban los inconformes concentrados frente al lujoso hotel Copacabana Palace de Río, muy cerca del estadio olímpico de vóley de playa.

“Queremos aprovechar ahora que la atención está enBrasil para denunciar lo que está sucediendo, cómo estamos en camino a una dictadura”, dijo uno de los manifestantes, Ubiratan Delgado, un ingeniero de 59 años a la prensa.

Temer, que dio un fuerte giro a la derecha al asumir tras la suspensión de la izquierdista Rousseff, será muy probable blanco de silbatinas y abucheos cuando declare abiertos los Olímpicos. Funcionarios están trabajando para minimizar el impacto de las rechiflas, según la prensa brasileña, por lo que el mandatario pronunciará un discurso muy breve seguido de música a alto volumen.

El mandatario interino afirmó hace pocos días que está “preparadísimo” para recibir abucheos, bromeando con las palabras del escritor brasileño Nelson Rodrigues de que “en el Maracaná se abuchea hasta el minuto de silencio”.

Mientras tanto este viernes, miles de manifestantes han salido a las calles, algunos de ellos vestidos de rojo, el color del izquierdista Partido de los Trabajadores de Rousseff y su antecesor Luiz Inacio Lula da Silva.

Los contingentes son vigiladas por Decenas de policías vigilaban pacientemente la protesta. Cariocas pasaban en sus coches y tocaban la bocina en apoyo de los manifestantes. Un par de ciclistas y jóvenes en skates gritaban en apoyo a Temer. “¡Golpista!”, respondía la multitud.

Rousseff también es muy impopular, pero el juicio en su contra y la ascensión de Temer han alimentado el malestar. Foto: AFP.

Rousseff puede perder su mandato en forma definitiva a fines de agosto, poniendo fin al ciclo de más de 13 años del PT en el poder. Si eso sucede, Temer gobernará hasta el fin de su mandato, el 31 de diciembre de 2018. La presidenta suspendida decidió no aceptar la invitación para asistir a la ceremonia inaugural porque no quiere ser la “Cenicienta” de los Juegos.

“No creo que sea apropiado que la presidenta apartada asista a una ceremonia cuyo maestro de ceremonia es un presidente ilegítimo. En esta historia de los Juegos, yo soy la Cenicienta, la invitan a la fiesta, pero se tiene que ir antes, vive en las cenizas”, dijo la semana pasada al diario chileno La Tercera.

Rousseff también es muy impopular, pero el juicio en su contra y la ascensión de Temer han alimentado el malestar por los recortes sociales y lo que es visto por muchos como unos Juegos Olímpicos que atropellan a los pobres en beneficio de los ricos.

“Estos Juegos están marcados por la exclusión, la militarización, las expulsiones y el descontrol del gasto público”, declaró Guilherme Boulos, líder del Movimiento de Trabajadores sin Techo y columnista del diario Folha de Sao Paulo.

“Lasprotestas buscan denunciar el gobierno ilegítimo que hay en el país, los riesgos a los derechos sociales con las propuestas llevadas a cabo por el gobierno de Temer y la calamidad olímpica”, anunció.

Cuando Rio se adjudicó la sede de los Juegos Lula retrató la victoria como una señal de que el giganteBrasil se había hecho mayor de edad. Pero las alegres celebraciones de 2009 se han desvanecido.

Aún cuando los manifestantes de izquierda que se reúnan este viernes serán una minoría, muchos cariocas están desanimados y los Juegos Olímpicos no los hacen sentir mejor.

Un sondeo de la firma Ibope hace una semana señaló que 60 por ciento de los brasileños considera que los Juegos traerán más perjuicios que beneficios al país. “En las Olimpiadas todo se verá bien pero después que terminen tendremos que volver a la realidad”, dijo a la AFP, Thiago Ferreira, un agente de viajes.