El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró este miércoles que “otros países” podrían estar implicados en el intento de golpe de Estado que tuvo lugar durante la noche del viernes y las primeras del sábado.
“Puede que otros países estén implicados” en el golpe frustrado, dijo Erdogan, sin citarlos, en una entrevista a la cadena Al Jazeera.
El presidente turco aprovechó su entrevista televisada para cargar contra las críticas por la represión y las purgas de las autoridades turcas tras desbaratar el golpe de Estado.
Y, especialmente, llamó al canciller francés, Jean-Marc Ayrault, quien advirtió contra la represión en el país, a “ocuparse de sus asuntos”.
“Él debería ocuparse de sus asuntos. ¿Tiene la autoridad para hacer esas declaraciones sobre mi persona? No, no la tiene. Si quiere una lección de democracia, puede tener fácilmente una lección de democracia de nosotros”, aseguró Erdogan.
Erdogan advirtió además que el intento de golpe de Estado “puede que no haya terminado” ya que “podrían haber otros planes”.
El mandatario turco anunció de igual forma la instauración del estado de emergencia durante tres meses.
“Nuestro consejo de ministros decidió instaurar el estado de emergencia durante tres meses”, anunció el jefe de Estado en una posterior rueda de prensa.
Esto era “necesario para erradicar rápidamente todos los elementos de la organización terrorista implicada en el intento de golpe de Estado”, dijo.
Erdogan regresó este miércoles a Ankara por primera vez desde el golpe de Estado fallido, donde una reunión del Consejo de Seguridad nacional de casi cinco horas.
Cinco días después del golpe fallido, unas 55,000 personas, principalmente policías y docentes, fueron suspendidos o despedidos, según un recuento de la AFP a partir de cifras oficiales y de los medios turcos.
Por otro lado, más de 9000 sospechosos fueron detenidos o arrestados provisionalmente, aunque no estaba claro si estos se contaban dentro de los cerca de 55,000 o no.